El amor es la razón de odiar,
o entregarse,
de ser filosofo peregrino de versos,
besos y viajes.
El amor es tiempo diluido en arte,
es volver a ser un niño
y dejarse querer cuando todo
te ha abandonado.
El amor se desgasta en mis labios,
pero siempre en nuestro horizontes pervivirá.
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