martes, 19 de septiembre de 2023

Vagando


En la silueta del mundo
me verás vagando perdido
pero con rumbo,
acariciando las nubes
que ordeñan lágrimas heridas
en el pecho de mi tempestad.

La huellas de este pasado
son el terremoto
a la que mi mente da rienda 
y mantengo en el horizonte, 
la lucha constante
de ser y no hallarte.

En la silueta de la vida
oscila la sombra 
que da nombre a mi verdad
taciturno destello que me deslumbra
muerto, cerca de tu frontera
en el vacío dilema
en el callado grito que me invade.


Escribir

 
Escribir en un lienzo en blanco
para llegar a hacer
de mis sueños pasado
creando de la nostalgia
temperas de un cuadro 
que está aún por pintar.

Música de equilibrio
en el pincel que dibuja la luz
por la comisura de mi boca,
la que grita al tiempo, 
esta fría tempestad de un te quiero, 
algún imposible hecho realidad.

Escribir en un papel
la razón del cielo, 
esta verdad que sostengo
tatuada de inclemencia
en la soleada tarde 
de mi juventud
muerta, 
escribir en este lienzo en blanco, 
donde todo es extraño,
salvo el arte que guarda
mis horas de soledad.

Ermitaño que reescribe,
ajeno a la traición y la maldad
del mundo que cohabita 
con él, reescribe 
parafraseando a la luz, 
en el lenguaje arcano
del misterio del alba,
de estar solo en un mar de calma
el que inunda 
de rayos y tinieblas
la soledad.


Cuidar

 

Te quiero como quiero
lo que nunca supe cuidar,

por ver el mar, 
como la lluvia de tu pelo
en el viento eterno
que me hizo despertar


Devenir

 
Nuestro amor fue un devenir de olas
que se enredaban entre ellas mismas
para dar con la frontera de cada isla
que eran tus pechos rebosantes de la lengua 
de la arena 
y la sal, 

pelo que se adorna de corales 
y caracolas, 
del festín con el que las sirenas
beben del huracán que deshoja
las brumas donde agarré
el desvelo de amar,

de haberte amado tanto.

Nuestro amor fue un ronquido 
de los ángeles 
en la playa de la memoria
entre dunas y plata cada puesta de sol, 
en el muelle donde se desviste
las sombras de las gaviotas
que sobrevuelan los puertos 
abandonados
entre mareas y el sol.


Mi corazón


Mi corazón está agrietado
de latir, de tanto sentir, 
de conmoverme por el mundo,
y ver la tenebrosa lumbre
de esta guadaña, 
la que cercena 
mi dicha, y es voz de mediodía
en tierra extraña.

Mi corazón 
es una lágrima 
de metal helado, 
un trozo de carne cuarteado, 
lluvia que inunda 
mi verdad, 
y tiene el sol de la vida
en la noche de
este ocaso.

Mi corazón es un motor
tan loco e insensato, 
un castillo de laberintos
con la palabra 
de los que naufragamos
en la lava de mil destellos, 
y el frenesí efímero
de habernos amado.


Templanza


Los nervios desorbita mi templanza, 
tan loco como sabio, 
tan de nadie como la luz extraña, 
esa que se filtra por mis ojos
y llega a percutir mis entrañas 
cuando fui memoria en el tiempo, 
y pudimos ser amor, 
pero al final no fuimos nada. 

Estrangulo mi libertad
a cambio de tu mirada 
tan dulce y villano 
que al olvido le doy la mano


febril y cortada.
Mano de terciopelo y dolor
mano de obrero que acaricia una guitarra.

Tengo un amor en cada muerta
que me vivió,
y las flores que nacen en mis cuencas
las adorno con el silencio

de un manojo de relámpagos 
entre la tempestad.


Luz tenue

 
La luz tenue de la luna, 
me habla de la quietud 
que nace entre las sombras, 
el hecho de ser un hombre libre
que se pregunta
donde acaba la libertad;
la que palpita en la inmensidad
y poco a poco nos arrincona.
 
Montañas como hojas de tierra
que inunda el más allá, 
que son tus manos emocionadas 
por el tiempo 
el que da paso a la muerte, 

el fin que empieza cuando me quisiste besar.

Y dudo si el artista es arte
por lo que es 
o por lo que representa, 
por tanto público 
que le puede llegar a aplaudir, 
y dudo si me quieres por mí, 
o por lo que opinen las que te rodean
de la sonrisa que nos adornó
antes ambos llegásemos a existir.

La luz tenue de la luna, 
esa que da paz,
la que atormenta a los amantes
y hace aullar a los locos, 
tiene mi noche oscura
entre barruntos esquivos
y lágrimas rotas
por mis ojos.

Ciudadano salvaje
que transita entre los orillas de la nostalgia, 
hojas secas en mis manos sucias, 
tenue latido que me sacude el pecho
cuando el mundo fue nuestro
y se durmió como un bebé 
entre tus rodillas.


Viento

 

El viento de tu boca
queda refugiado entre la risa
de ser luna esquiva, de ser tiempo
eterno, 
el viento de tu boca
es mi sonrisa.


Pervivir

 

El amor es la razón de odiar,
o entregarse, 
de ser filosofo peregrino de versos,
besos y viajes.
El amor es tiempo diluido en arte, 
es volver a ser un niño
y dejarse querer cuando todo
te ha abandonado.

El amor se desgasta en mis labios,
pero siempre en nuestro horizontes pervivirá.


El viaje


El viaje es el curso de la vida, 
tememos a nosotros mismos
mas es lo único que amamos,
el viaje se escinde por los mares
y tiempo, 
llega a puerto de la desesperación
y la luz, 

el viaje empieza en mis sueños
y acaba donde empiezas tú.

El viaje llena mis manos
cuarteadas
por lo que no fue nuestro,
(o tal vez sí)
y entre estaciones de paso,
y aviones, 
se rompe lo que se rebela eterno
aunque no lo tengamos.
Mi guitarra o mi libro
abanican la certeza imposible
de, en tantas millas,
coincidir.

Por el viaje de la imaginación,
donde deambula quien te desea, 
errante ademán del destino, 
y el amor,
extravía el látigo invisible de perderse
para encontrarse frente a frente, 
y no tener nada siéndolo todo

El viaje es verte a ti
llena del vacío más bello
como el devenir 
de lo que nunca tendremos, 
el viaje es la verdad del preso
que busca libertad.

Embadurnarse de belleza, 
mercados, tiendas, bazares, 
calles, pórticos y empedrados muros, 
el viaje es verte en un espejo, 
es la vida al otro lado
y palpitando salvaje y pura, 
el viaje es el mundo, 
siendo luz 
entre la bruma.


Difícil


Una vez se quiere, es difícil dejar de lado
lo que se hemos sentido, 
una vez enamorados
somos compás dulce
pero que camina con su propio destino, 
y es que arroja pena el tiempo
y tempestad el olvido, 
una vez que se ama, 
es difícil olvidar lo querido.

Ya pasado el torrente de la pasión, 
queda un resquemor
de no haber sido digno, 
pero si que tenemos algo entre tú y yo, 
esa cura de amor, 
ese manso de cariño,

Una vez que se quiere
es difícil dejar de lado
lo que hemos sentido, 
puede ser que nunca 
llegaremos a dejar de amar del todo,
puede que entre la luna y el sol, 
hay una marejada de tiempo
que se pierde en el lodo
de un desierto de emoción.


Algún día


Algún día me extrañarás
como los años que con el calor
de los relámpagos,
los faroles de las calles sin salida
guarnecen de luz las casas bajas, 
algún tiempo sin cuartel vendrá 
mancillando de olvido
las venas de una ciudad sin alma, 
en la que se tiñe de la temperatura
de la luz
los colores de un amor que calla, 
al compás de los flamencos heridos
que no saben de dónde viene 
el torrente de pasión
de sus manos y sus guitarras.
O el amor mío,
que duda y no quiere ser una más
en la inseguridad que da
el alba, amor mío, al alba, 
Frío de ballestas en las heridas eternas
que abren de infinito el mundo 
y sus fantasmas, 
algún día todo será reflejo
de astros con los que están hecha
tu mirada, 
esa que suplica al cielo
por el divino consuelo
de descansar paciendo sombras
en un campo de guirnaldas.


Miradas perdidas

 

De todas las miradas perdidas,
de todos fracasos encontrados,
queda rota mi maltrecha vida
por las comisuras de tus labios.

Un soñador planea 
esquivar el dolor que tanto le ha hecho daño, 
y las horas viven muertas
en los tiempos futuros que hemos
o nos han dejado.

Y rompo en un grito
con el silencio que vivió a mi lado,
tengo la quietud de los vencidos
en los que recuerdos que están aún
por venir,
en las batallas que callamos.

Y aunque siempre se ve más triste la vida
cuando aquí ya no estás, 
sabrás que el recuerdo mata
y fortalece
que todo ha sido la ilusión 
fatigada por verte
con los ojos ciegos de tanto esperar.



Lejos

 
Lejos, tan lejos
que soy yo mismo
cuando desde la distancia te siento,
bailando en el abismo, 
lejos te abrazo
por el rincón del pecho
donde palpita lo eterno
de tu recuerdo.

Lejos la bruma del silencio
se proyecta en el humo
de la estación de tren
donde me abandoné
mecido por el viaje
sin regreso.

Lejos en la distancia
donde no te encuentro,
busco la razón de los dioses
entre el musgo del mar, 
que marchita la lejanía, 
lejos, tan lejos.


Lluvia

 

Llueve en el mar
lágrimas que caen bajo la lluvia,
ríos de agua en la mirada,
lava con la que se moja la ira,
al tener que esperar sin esperanza
el poder dejar de verte a oscuras.

Poniendo amor
a cada cosa que se hace
el mundo guarda sentido, 
llueve en el compás eterno
de lo que no tuvimos.
Y en el mar
late las corrientes
que emergen del arte.

Tintineo de gotas en el interior, 
horizonte que se distancia 
en el trayecto
de cada pisada
con destino a tu corazón.

Llueve en la playa 
de lo que vivimos,
en los arrabales 
en los que te extrañé;
horizontes perdidos 
donde se sumergió el eco
de mis huellas.

Llueve en los ríos
de mi memoria, 
por estas venas del tiempo, 
y es tan pequeño el destello
con el que soñar,
que soy solamente 
en el silencio. 


Encontré

 


Y encontraré el arte en Indonesia

o en el rincón de la memoria 

más recóndito del corazón.


Magia


La magia gira en espiral
en el verso inmortal
que ahora mismo para ti de mí, 
está naciendo, 
muchos se olvidarán de la flor
cuando ya no tenga sentido el amor, 
ese que golpea con sus puños al cielo.

En espiral gira la magia,
del salitre que circunda 
las estrellas de mar, 
por la belleza que piensa,
de la bestia que se enamora, 
y la puta que con fe reza
por la libertad.

El poeta que hizo fácil
lo enrevesado de esta rima
y mira al Sur, triste pensando en ti;
artista sin corona
sólo con un manojo de espinas
que llora pétalos de luz
cuando a veces le gustaría no existir.

Y en el tintero con el que peina su desolación, 
dibuja curvas de lirismo
en cada verso no escrito:

amigos que tienen miedo a la locura ajena;
y no ven la mierda con la que caminan
al llevar sus pesadillas a cuestas!

La magia gira en espiral
en el verso inmortal
que muere donde vive la pena.



No quiero


No quiero arrancarte el vestido
ni forzar a un beso
jugando con tu duda.

No quiero que llores tras el espejo
y yo, viniéndome viejo
la palabra de amor escupa.
Magia que se desvanece
entre mis labios
los que se llenan de arena
en el coto de desamparo 
que fue nuestro hogar,

pero no quiero que me quieras
si no hemos amado antes 
a la soledad.


Ave


El ave esquiva de tu mirada
sobrevuela sin palabras
la noche de mi vida.

Quise cambiar el mundo
como quimera que no cambia 
pero se conmueve 
tras otra despedida.

Todo lo que acaba, 
acaba mal, 
todo lo que se reposa 
en nuestras manos
aflora en el metal incandescente
que nos une y nos separa,
te pido disculpas en el desliz 
de haber querido ser feliz
antes de amarte cada mañana.

Quise cambiar el mundo
como quimera
que hace de esta tierra
la razón de sentirte
entre tanta soledad
entre tanta traición.




Todo encaja

 

Poco a poco todo encaja
se enfría los labios
el corazón es un campo de batalla, 
poco a poco al poeta se le hizo caso
a base de dolor,
en este arte que está en los muros
pero ya que más da 
si le hicieron tanto daño…
Poco a poco todo encaja.


Podría


Podría romperme de dolor
para vertebrar la luz de las sombras, 
tus ojos son como un reloj 
que brillan al sol
e ilumina esta verdad tan desoladora.

Había escrito el loco
que no sabía más que buscar en su alcoba
la promesa que se acabó,
nuestro abrazo a una nube rota, 
y esta canción desafía mi emoción, 
el tiempo por las venas de la noche
arde de estrellas el cielo, 
y el último mandamiento
es ser uno mismo antes que el silencio
del corazón aflore.

Podría llegar a ser nadie
en esta nada tan vacía, 
y aún así no te mentiría 
si te digo que te quiero
pero con tanto dolor, no puedo,
y me abandono en la distancia
de esta maldita vida.


Punto de partida


Otro punto de partida,
donde la vida
me rebela que no seremos
lo que soñamos
ante
tanto abandono
y olvido,
escribo y no sé qué contarte
si la lluvia
se conmueve con el arte, 
lluvia de mis ojos
que han visto verte
desaparecer.


Nuestro amor

 
Nuestro amor era un nido de marejadas, 
el viento que despeinó tantos pasos esquivos, 
luces y sombras en cada despertar.

Nuestro amor era mi fuerza que se debilitó 
ante el viento de la vida, 
luna manchada de nostalgia
que herí sin querer, 
sólo porque ansiaba ver 
que había más allá de las estrellas, 
y entender lo que era la felicidad 
de la que hablaba el silencio.


Ruegos


No quisiste atender a mis ruegos, Olga, 
pero, siendo sincero, 
yo tampoco estuve preparado para los tuyos,
(cada uno convive con sus pecados,
y el mío fue no poder ser libre a tu lado)
mientras miraba a los lados y me preguntaba; 
por qué yo, 
al no creer merecerte… y obvio, no te merezco

porque valgo mucho más que tú.


Han pasado décadas,
tanto tiempo, que la vida se nos va. Se fue.
 
Fuimos ese destello inmortal
en el que se cruzó la muerte, la locura y el amor, 
por aquel Colegio Mayor,
yo, tan anciano cargando injusticias.
Un beso era la respuesta
pero quién se hubiese atrevido antes
o en Baladre, después, 
a haber apretado el gatillo?
(...)

Redención o castigo por partes.

Yo, podía haber calmado 
la fiebre visceral del planeta
con tanta fuerza, con tanto descontrol
mediante Un te quiero,
mas no llegué a tiempo.
La caricia invisible de nuestros cuerpos
la maldijo un dolido dios.

… y de todo lo perdido 
nos pide cuentas un pasado con pena
y este destino, 
psicosis por haber escrito poemas
en mi adolescencia,  
confundido entre tu dinero y mi huida 
al pasado.


Y yo fui, ya sabrás, sensibilidad
que al tocarla se moría, 
para verme en el cristal roto de tu reflejo 
desde un hospital, 
donde los ecos de mi alma
aullaban por la tristeza de tu sonrisa, 
rebelión de belleza, 
asalto a la pureza, tan cobarde
que al soñarte me enloquecía..


No quisiste saber nada de mí, 
o… algo me dice que tu pensamiento
ha vuelto varias veces a preguntarse
cómo este loco en pie podría caminar, 
para olvidar
la sombra de los fantasmas
de un recuerdo con tu voz catalana,
y despojado de rencor, 
con esa dulce cara de niña
que no sé bien si fuiste ángel o diabla. En fin.

Hicimos temblar al mundo, que lo sepas, 
y mi sien después de ese temblor
regresó 
al país de los vivos
mientras te habrás dado cuenta 
que entre tu hachís y vicios,
no atender el auxilio de mi pena,
te habrá hecho fuerte 
a lomos de esta condena.

Olga, 
el eterno final es nuestra historia;
la más bonita y triste que nadie escribió
ahora te cuento que no me dueles 
pero te llevo aquí, a mi lado;
ojos de almendras amargas 
como perlas 
de corona de Cristo entre espinas, 
esa que llevo en la mente,
e intento liberarme al comprar en tu Farmacia
mil fármacos que suturan pero no olvidan.

Pasado el tiempo,
has sido tan importante
que te amé en sueños, 
como fantasía que es la vida y el más allá, 
de tal forma que el amor alcanzó la locura, 
de un corazón roto que te olvidó para siempre 

o tal vez
ya nunca te olvidará.



Gentío


Hasta la persona más fiera del mundo teme
una cosa; a la mayoría que se organiza
esa que construye en este globo de tierra y agua
razones para la esperanza.
Y la vida.

Y es que el amor es la creación
que juega a equilibrarse
con un pie ante el vacío.

Amor, edificado entre las ruinas
con la luz de tus ojos, 
que si no me miran
es un arcoíris sin color,
en un festival de flores marchitas,
para quienes no entendieron
o llegaron tarde a esto que le llamó vida.



Risa rota


Tu risa rota 
besa al reloj de arena, 
es el rompeolas del naufrago
es la roca en pleno desprendimiento
de corazones cerrados y heridas abiertas.

Tus ojos son las estrellas fugaces
que guían mi temblor, 
la soledad de dos faros que alumbran
un paseo sin alma ni multitud, 
lágrima que muere, nacimiento del mar
por cada uno de los sollozos 
que contaminan de desamor
la tempestad.

No me cansaré de luchar
en esta batalla 
de tu cuerpo frente mi mente
de mi mente contra tu cuerpo,
tristeza que canta un ruiseñor;
libros perdidos
cuando quise descifrar tu forma de hablar
en lo fugaz de nuestro encuentro.

Tu pelo de caracola, 
que me hipnotiza
a través del tiempo
ese que se me cruzó como estaca
como cuando fui lanza
en medio de tu vientre,
y tus brazos
armaron el amor
que falta en los ejércitos. 

Tu risa que es una cicatriz horizontal
que mira al deseo
con la ceguera de quien sonríe
tristemente al besar,
duró un segundo tu estrella,
en mi firmamento
perdido en el cielo,  
ese que yo pude imaginar.


Libertad en la mirada


La libertad en la mirada
en el alma rota 
que queda condenada 
por el ayer, 
el poeta sin patria,  
grita; 
¡basta de derrotas!
porque sin ti, tiene pena, 
pero también le queda 
un mundo lleno de magia
a sus pies.

No mires atrás, Peregrino, 
cuida tus flores que emergen del desierto, 
todo pasado es la lección de Cupido, 
todo futuro el enigma por resolver,
la ecuación que da 
la sombra a la luz, 
y el amor al tiempo.

Libertad de querer sentir, 
y atadura del animal que se compromete
por su temor a quedar solo, sola, 
en esta guerra de amar lo que no se ve, 
cuando mis manos deshojan una guitarra
y desafían a la muerte
que la siento, y más que tenerla miedo, 
ella teme tanta vida
en el arte que me hizo enloquecer.

¡Aléjate de la multitud!
para acercate a ti mismo,
a lo que no has dado aún solución, 
escribe el silencio en un grito,
borra la palabra tras esta canción.
Y huye, 
huye, 
Indonesia es el próximo destino, 
acaso tienen credibilidad los que te critican,
y son sólo los partícipes de que el mundo sea un lugar
triste e inseguro, 
con sus miedos, 
miedo a volar
miedo a la locura
miedo a besar (...)
son los culpables de que el amor
no haya vencido entre tanto olvido.

Huye peregrino, camina, 

No dejes morir las flores eternas de tu alma, 
cambia de ciudad
de mares y montañas, 
ama a una o a mil personas, 
a la humanidad o a nadie...
que no te hagan callar
lo que da vida a este baile, 
en el vaivén de una estrofa
que dice lo que tanta gente calla,
y yo, joder, te lo digo y vuelves 
a leer lo que describo mis palabras.


Te escribo

 
Te escribo y abrazo el amanecer,
perdido para que se cumplan aquellos deseos,
si tras los desengaños 
se abre una herida en el cielo, 
y yo, rimo al contarte

que soy porque te sueño.

Te escribo en la fiebre de este temblor
cuando palpita el sol 
a la sombra de tu cuerpo, 
deambulo de carretera en estación, 
para ahogar el tiempo de los dos, 
cuando toda eternidad duraba
tan sólo un breve invierno.

Primavera que persigue las huellas 
extraviadas de un todo en el pasado,
mientras nuestro porvenir 
se perdió en la nada, 
busco tu amor en mi palabra,
para que encuentres 
este poema
en otra cama.

Otoño de hojas que renacen 
al candor de la nostalgia,
la que en la mecedora del salón
va y viene 
como lo que fuimos, 
te escribo para llegar un día a estar cuerdo, 
pero me vuelvo loco al descubrir
que tus labios manchados de cansancio
bailan con la locura 
la triste melodía 
que se forjó de dolor
amargo en nuestro tiempo.


Miedo

 
Tanto miedo y tan poca vergüenza,
sociedad de dos cara que busca la misma moneda, 
y yo, guerrero de justicia,
como un Quijote empedernido
quisiera ser,
para devolverte el sueño de niña
que te robaron,
mientras los lobos afilan sus colmillos
y les entregas tu cuerpo,
mientras te robando todos los sueños 
al siguiente despertar

(siempre nos quedará caminar por caminar
al borde del precipicio)

Quisiera ser una escalera de palabras
para que encuentre consuelo tu voz, 
pero te vas, (pero ya me fui)
queda tanta cobardía 
en las miradas desafiantes, que llegué tarde, 
haciendo el ridículo por honesto y legal,  
al creer en algo tan forzado ya
como amar, sin más.
Amor.

Con un pincel quisiera hacer arte
y recuperar el desconsuelo
del ave de tu recuerdo 
que sobrevoló en mí, 
pintar tu desnudez como algo bello,
no cual saco de boxeo 
de quien te tuvo sin querer-te.

Este mundo se divide entre 
los buenos
los malos, 
y los que tienen miedo a los malos, 
este mundo es como el volcán de tu vientre
que al compás de la gente
en cualquier momento estallará, 
ven conmigo a la trinchera, toca defender la alegría, 
la ternura, 
eso que dijeron que no valía
pero créeme, es por lo único que vale la pena 
luchar.


Lluvia en mis uñas


Lluvia que se agolpa entre mis uñas
cuando quise agarrar el cielo 
lleno de luz, y fugaz 
condena de un preso triste
que odiará el día que le regalaste la vida
y la muerte 
al caminar por el techo de nubes
de alquitrán.

Soy un vagabundo que recorre 
los paraísos desiertos de la vida, 
las colinas de tu cuerpo, 
tu boca en un mordisco,
no te quiero como aquello que tengo seguro,
te quiero llena de certezas vacías
porque la vida es eso,
dudar de todo con fe.

Huyo de ti, para encontrarme
y en esa loca desventura
mi beso sin ternura
te lo lanzó al aire, 
Catedrales, palacios, ruinas de imperios,
te doy lo que no tengo, 
te quiero como lienzo en el arte.



Birds

 

Entre los cientos de pájaros de mi cabeza, 
una manada de aves sobrevuelan
la eternidad,
el deseo de la vida muere en lo incierto, 
y el firmamento se pierde
en un ojalá.

Las luchas sociales mueven la tierra, 
sé bien que la gente es el peor enemigo
de las personas libres, 
la inmensidad también tiene sus reglas
porque se rige el sueño con el sacrificio
más con que con quien todo lo quiere sin luchar.

Pájaros en la cabeza
que dicen verdades que te ofenden, 
mejor quédate en el páramo triste
de creer en tus ideas tan seguras de sí,
las que al sueño de estar vivo temen,  
líbrame del demonio;
de aquellos que creen sólo en certezas,

pues abriremos camino con el fuego
de la duda y la sabiduría
por la maleza de un mundo
que se abre ante una historia que murió,
pero vuelve a repetirse
como pesadillas, como deseos
bajo la amnesia de existir, 
que arde junto a la incandescente antorcha
del amor.


Azar

 
Todo es azar dentro de una senda,
todo es un destino que se bifurca al albedrío
de nuestros pasos, 
los que inventando otras realidades
al caer sin redes este ciego,
que pudo llegar a ver.

Todos buscamos como paraíso
una pequeña luz en un túnel, 
la verdad entre tantas preguntas sin resolver
(quizá sin respuestas)
muchos tiraron piedras al cielo, 
pero algunos seguimos
cuidando de las estrellas.

Todo es magia en este trazo 
de consciencia y razón, 
lo que la locura calla 
lo cuenta mi amor, 
estamos a medio camino
de los margenes por donde dios
nos encomendó transitar
pero algunos desobedecimos,
sintiendo más allá de los sentidos;
poniendo palabras a aquellos
que es tan difícil de explicar (…)

Todo es destino en los neones, carteles, 
presencias que se enredan
en nuestras huellas, 
nada es la magnitud de este ahora
donde el firmamento se pasea, 
y los hombres que juegan a ser dueños de la tierra
nos condenan como esclavos de lo material

pero nunca podrán, 
aunque quieran,
vender nuestra imaginación... 

El mundo es una poesía, 
tan compleja,
que guarda el misterio de los locos, 
de los santos y demonios
en perfecta comunión del caos, 

mi destino es tu albedrío, 
mi albedrío tu destino, 

muchacha que olvida el recuerdo
y desviste la desnudez de mi corazón.


La vie

 

La vida es una nube pasajera.

Nuestro amor; quimera
por querer ser eternos,
y la eternidad, el sueño
en esta brevedad.  
Que despierta ante el espejismo
para no equilibrar la balanza 
entre soltar o desear
lo que vamos perdiendo.

(que pensamos que son las personas, 
pero es a nosotros mismos en el tiempo)


La vida es el suspiro de un destello, 
un viaje que anochece en ti, 
y yo te creé a la imagen del dios
que se acicala en mi espejo.
Es aferrarse al ideal 
y así, aliviarse de la profundidad
de la consciencia que nos persigue.

La vida es mi locura,
en la que alcancé la plena sabiduría
y no llegué a entenderla, 
es saber 
que mientras estoy lleno de vacío
renazco al desprenderme
de mí mismo 
para solamente; Ser.

La vida es tener fe
en aquello que se va desmembrando,
es mezclarse con los demás
y perderse para encontrar motivos
entre el cansancio.  
La vida en definitiva,
es morir en la inmensidad de un momento
en cual tus ojos en pleno desvelo
me miraron…

Una nube pasajera fue la vida.


Retando

 
Sigo retando a mis miedos, 
sigo desafiando al alba, 
tengo entre mis manos el fuego
con el que se prenden
el conjuro secreto 
que no cuentan las palabras.
 
Beso a princesas de historias
protagonistas de mil cuentos
como los que cuento yo, 
sigo siendo 
quien arranca del sueño eterno
a la muerte que en esta vida
dormita junto al dolor.

Siguen los días durando varias noches,
en las cuales narro el baile de disfraces
donde se borraron nuestros pies, 
soy un viaje sin pasado, 
hijo de la tierra de nadie, 
padre de las cicatrices que adornan
tu sangre en mi piel.

Desnudo la herida de tus sueños,
aunque calles como el silencio
con el que te vistes, 
quietud del frío en los veranos, 
cuando despertamos 
para llegar a la eternidad 
en siglos vacíos y tristes.

Sigo amando lo que odio, 
sigo caminando entre quienes no me entienden, 
y comprendo que las heridas 
que adornas debajo de tu vientre
son desengaños helados
de la luz que al abrir los ojos
se cegaron 
por no creer en un sentimiento
más allá.

Parece que existen dos estaciones, 
o caer en los mismos errores
o solitarios vagar;
mientras lo pensamos,
-siéntate, te ofrezco el tiempo,
que es lo único que tengo
si soy lo que te sueño, 
si eres donde empieza y acaba
mi verdad.



Luz

 

Mi silencio, Luna, 
dice que la vida me puso en otro espacio,  
entendí que sólo soy del tiempo,
que una marea me arrastra allí;
a la playa donde da tanto miedo
el eco ensordecedor de estar solo
y escuchar la divina estrofa 
de no saber dónde parar.

Como sabes esta es mi sexta vida,
y de tanto renacer,
mi alma abrillanta a la luz, 
el espacio donde sobrevivía,
me resultaba pequeño,
por lo que anhelaba inmensidad,
tan grande como mis sueños, 
y es que quiero aún ser torbellino; 
que cuando me conociste estaba dormido,
y hoy despierta al grito de un huracán.

Del amor poco creo, 
en este mundo en el que mi ayer
pende de tener fe en el ideal,
ya que la verdad me dolió tanto, tanto (...)
que mi luz está en ti, 
y aunque pienses que con otra persona ardo
nunca olvidaré lo que has sido, 
como quiero que mi lucha esté presente
a cada paso que des sin mí.

-Tú fuiste mi despertar y gracias a ti, entendí el amor-.

Pero necesitaba aire, 
ya que este sueño
no se acomoda en el hombro del cielo, 
reposa en este triste verso
que suplicar por que no tengas rencor, 
lumbre de un alma tan grande que dolida
mantiene en pie la vida, 
porque tú, Luna, eres 
sensibilidad, dignidad.

Revolución.



Siempre

 
Siempre he ido en contra dirección
de esta sociedad sin emociones
aunque hecha a la dictadura del dinero 
y paternalismo del miedo ante lo diferente.

Ante quién? 
Por qué tanto temor? 

Contra vosotros mismos, será, 
porque intuís la mierda que sois la mayoría. 

Que sois muchos verdugos y otros víctimas
de tantos asesinatos, 
de tanto engaño,
de tantas injusticias…

Sociedad de moral amplia
y corazones estrechos, 
gentuza que vais con dignidad
a poner flores a los santos, 
mientras ardéis en el pecado
de colgar al cuello del prójimo
una corona de muertos.

Y hay quien viene; no se adapta, 
y jode a los demás también,
y hay quien llega, no se adapta, se rebela, 
pinta cuadros invisibles en las nubes, 
para brindar elegancia en estos versos
a los sueños caídos, 
con los que honrabais el funeral (el mío, por ejemplo)
que no tuvo lugar
donde ya era demasiada luz, la luz
y oscuridad la caverna de vuestro reino.
 
Siempre he ido en dirección contraria, 
-vuelve a leer esta estrofa por si no te queda claro-, 
y de tu envidia, mi risa, 
y de tu compasión, mi pasión por vomitar canción 
en el silencio del pasado, 
y es que existir acorde a una sociedad que está enferma, 
es de locos, 
como me quisisteis hacer a mí, 
y mira, ya veis, 
no soy nadie para decidir si formo parte de la sociedad
o para juzgaros,
pero sí soy un gato que renació tras el estrés
de ver la vida sin fe
al tener la fuerza de cruzar los tejados
en la ciudad invisible que soñasteis
y ahora es  mi legado.


El problema


El problema no es que la gente renuncie 
a sus sueños
sino que se da por vencida antes de soñar
ni siquiera proyectan una imagen de lo que podrían ser, 
en su corazón
y poco a poco se desmaya una flor
en las cuencas muertas de lo que se había
ideado, un día.
El problema es que todos se rinde ante las olas.

La vida es una espera
que se contamina de personas que nunca serán
lo que creíste,

Y yo, con la figura de lobo herido
me río de tantos 
que no me entendieron
de tantas que fueron la mentira
en este cuento de la vida
que no llegaron a ser nadie
y sólo estorbaron los caminos.

Lucho por mi verdad, que no es la verdad del mundo
pero sí, mi lucha es la lealtad que todos ansían,
el destello del planeta.
A dónde iré?
Si nací muerto como una estrella que brilla,
como el cometa
que amparó el destino
de ser tan libre como incomprendido
de ser tan grande que nunca
me alcanzaron.


Piel



Es tan difícil encontrar la sintonía de nuestra piel, 
de mi tiempo en tu alma, 
evasivas de la felicidad tras la batalla que viví, 
es tan difícil ser amor cuando
en el fondo del corazón se guardó tanto desengaño
que ya no queda nada.

Cuesta reconocer la huida de uno mismo,
el camino que se pierde, 
las luces en el horizontes dispersas
y con la bruma de los ojos rendidos
por una lucha tan bella como triste

que es la vida.

Es tan difícil saber cuál es nuestro momento
en el tiempo de encrucijadas, 
de ríos rojos por la sangre de las heridas 
cuesta mucho querer ser luz
en el sueño de lunas que se olvidaron
de los anhelos de quien sueña con un mundo mejor
más allá que de esta miserable vida.



Nubes

 
Con una cinta amarras las nubes de alquitrán
de tu melena sin tiempo, 
rebelión de libertad, 
cárcel dulce del amor 
y aunque dudas, retas a dios,
para que la vida renazca al morir  
en cada uno de nuestros
intentos

por ser felices, amor.

Y junto al fuego herido de la vida
arden nuestras almas perdidas en la  luz,
despertar de noches suicidas
donde encuentro que la melancolía
acompaña al arte 
que es lo único que guardo de ti,
y lo único que me quedó.

A la hora de abrir las puertas del cielo,
cae una tormenta en mi pecho, 
el más allá, allí donde herida 
enloquece la razón, 
y tú te desvistes por inercia
desoyes los aullidos de sirena
de esta triste carta de amor.

Juegas con tus dedos al chance divino y mortal
de hacerte grande 
de renunciar a los sueños, 
de no ser tú quien descorre
los pétalos del deseo en aquel perdido
tiempo mejor.


Imagine

 


Por más dinero que tengas nunca
comprarás la imaginación


Amor y libertad

 

Entender el amor como entiendes la libertad,

como huida 
y encuentro,
como sentimiento hacia todo aquello
que te conmueve y llega a encajar 
con lo que falta.

Y yo, viajo por tu débil fortaleza, chica, 
tu sonrisa triste...
todo lo que tuviste que pasar 
y te callas
al haber conocido a esos idiotas
que no vieron lo bonito
de la sencillez revolucionaria, 
que tu forma de ser transmite.

Nuestro cansancio de hoy;
la imperfección, 
el miedo al futuro, en fin, 
estar atada a quien te mató y te mata.

Sigo siendo libre 
para perderme en tus curvas 
que son colinas,  
que acaban en un lago de agua salada, 
mientras vago por tu rostro
donde el faro negro de tus ojos
me dan vida
si iluminan mi mirada, 
-si me miras-.

El amor es libertad de estar solo 
o acompañado: 
rebelión de ser, 
siempre que sintamos
salvajes como el viento, 
y leales a nosotros mismos-.

Arte de ser fuerza y ternura en tu sexo,
en nuestro vientre que van oscilando,
y roba al dios del tiempo la eternidad, 
hace que no exista distancia donde
no estés, ni luz 
que no lleguemos a abrazar.

La libertad y el amor 
habitan en nuestras almas
aunque no las entendamos,
(suponen cadenas o liberación)   
difícil acto de intentar 
no depender, crecer y soltar,  


En resumen, eso que te atrapa en la fuga 
es el amor que acaba muchas veces
aunque no acabe una relación.
Nuestro amor que también 
puede seguir para siempre,  
aunque ya no estemos juntos los dos.

Mi religión es desnudarte,
creación de palabras que esconden 
un sentimiento, 
para volar cerca del suelo
y llegar a trepar por tu pelo al infinito
desde mi corazón perdido, 
que calla lo que ya sabrás, 
y en estos versos te digo.


Amor y libertad
Libertad y amor.




Conmueve


Me conmueve el hambre de las personas, 
la duda de los dioses, 
la compasión del demonio, 

me emociona la gente que deja de ser gente
y sale de sí misma para ver más allá 
para crear luces en el invierno
primaveras para este mundo roto.

Me emociona las personas que creen en el amor
aún viviendo entre egoísmo,
las que no se venden al chantaje de la apariencia, 
aquellas que dan voz a los que no tienen voz, 
sed de libertad 
en un sistema repleto de fronteras, 

(creo en los que piensan como sienten, 
y creen en lo que piensan)

Me cansa la resignación,
yo, que acepto el mundo y no me conformo, 
mi patria son los ojos curiosos 
de una muchacha
que ve lo que escribo en el ordenador, 
la luna apagada que será curada 
por la fe
de otros amantes (o no)

Me conmueven los boleros, 
los viajes que empiezan en uno mismo
y acaban en cualquier lugar,  
quien se apartó por sus convicciones
allí donde el mundo gira entorno a sí.

Odio las tinieblas pactadas del planeta, 
aunque algunos nos se sientan luciérnagas
creando luz entre tanta oscuridad.


El amor como la vida


El amor como la vida 
sirven para entender 
de qué están hechos los sueños,
así como para aprender 
a desprenderse de lo que tenemos.

El amor como la vida
naufragan y resucitan 
en procelosa marejada,
son la llama de la vela 
que da luz en la oscuridad
y al viento amenazan, 
soplos de verdad que 
de boca en boca
se contagian.

La vida como el amor,
no cree en nadie 
pero a todos da el abrazo letal 
y dulce, 
divino tridente de la luz…

la vida como el amor
no se entiende sin mí, 
pero se proyecta donde lates tú.

De ellos viene el recuerdo y las ilusiones,
la vida se compone de tantas muertes cotidianas
como el amor de decepción, 

por creer más allá de la sucia verdad
que nos vendieron al nacer.

Amor eres tú en mi vida, 
yo soy vida en tu amor, 
lágrimas en pañuelos de despedida, 
felicidad suprema al idear
un mundo mejor.


Mujer

 

Siempre te exigirán ser la víctima perfecta,
mujer, 

objeto de los deseos reprimidos de tanto idiota reprimido,
siempre te verán como 
la débil, 
la que incordia, la que no sabe, 

sujeto de ser un barco en el mar perdido.


Basta


Alguien dijo basta, 
cansado de los miedos
que otros te han creado, 
alguien dijo 
que no quedan más demonios
que los santos, 
cuando los malos
han abandonado el barco.

La mujer es víctima,
pero también puede ser juez
de su culpa,
no vine a cambiar el mundo,
vine a crecer y creer
que otra realidad es posible.

Alguien dijo basta.

Lo sé

 

Vivo en dirección contraria, lo sé.

Kamikaze que se dispara a sí mismo,
cansado de la hipocresía de la gente, 
la que, víctima de sus pecados
quisiera verme condenado
por convertir en realidad 
lo que no se atrevieron ellos a ser.

La noche hierve en mis pestañas,
abro los ojos 
y el universo confabula
con mis poemas, mil viajes
en el curso de esta vida 
tan divina en el fuego
como en el cielo, infernal.

Empecemos a darnos cuenta 
de que el amor sólo existe 
en los laberintos 
de nuestra imaginación,
en los libros no escritos,
en los cobardes silencios 
que no nos atrevimos a oír,

(Si en medio de un volcán nadan mis penas,
tu vida tranquila naufraga en un temporal)

Una vez leí que en el mapa de lo perdido 
es conveniente marcar con una cruz la llegada,  
allí donde despojado de todo, 
te encuentres.
Y es que ser esclavo de sí mismo 
será el dolor del guerrero 
que de tanta imaginación
inventó un mundo de locura por no ver 
la triste verdad de las ausentes.

Todo lo establecido se infesta
de rutina, 
ardiendo tras el cansancio,
en el abandono de lunas rotas, 
soy peregrino que baila en la vía contraria
donde la noche me acompaña
junto al recuerdo de tus ojos turbios
y tu sonrisa 
que besa fantasmas, 
pero se siente sola.


Barrio


Yo no llegaba a entender 
si habría estrellas
más allá de mi barrio, 
pero intuía que sí, 
un día me puse los zapatos grandes
y con el humo de la estación en pleno marzo
viajé guiado por mi cometa fugaz
donde ardía el arte.

Quise saber si habría estrellas 
más allá de la madrugada, 
en esta noche con sabor a aguardiente
y cielo de escarcha, 
en las mareas del deseo que mojaban 
nuestra cama, 
y el miedo a no ser correspondido
me hacía estar expulsado 
del paraíso de tu falda.

Yo no llegaba  a saber 
si habría estrellas
desde mi balcón, 
quise ser libre y sobrevino el ruido
de un dedo que acusa, 
nadie te querrá tanto
como te he odiado yo.

Cometas fugaces que sigo en su estela, 
camino de rosas con almas de piedra, 
yo sólo quise ser libre
pero nadie me enseño a mirar
las estrellas.


Miedo imaginar

 

Da más miedo imaginar que será
de nosotros, tras el curso de esta vida, 
que destruir todo lo que nos rodea
si en los fuegos encendidos tras las sombras
de aquellos dueños de las aduanas, 
una flor de sangre de mi pecho emana


Mucha gente

 

Mucha gente la mayoría no busca la libertad, 
sino un amo, una ama justa.

Le da pánico enterrar la luz en lo basto de los brazos del universo, 
enfermedad del silencio, 
alma que vibra al son del infinito



Llorar


Y llorar y volver a besar,
esa es tu vida, nuestra vida, en fin, 
cuando ya no quede nada, nada más
que el silencio atronador de una locomotora
cruzando el corazón, 

me buscarás, 

reina de coronas con espinas,
de verdades ajenas, 
y deseo hecho tránsito en nuestra piel, 
al recorrer con los dedos
un terremoto,
pasan un eclipse en tus labios, 
tras esta vida sin lumbre
en mis sueños muertos antes de nacer.

Con el cansancio de la vida, 
te darás cuenta que en la tuya, todo fue mentira, 
y llorar con las alas ardiendo
y el alma rota, 
al final, sabes?

Mirarás mi libertad con envidia.


Iguales

 
Habrá un día en el que seamos iguales, 
con el puño en alto
por todas las que no están.

Que el mero hecho de ser mujer 
no sea motivo de que se obsesionen contigo, 
ni que otras mujeres vomiten
sus complejos con su qué dirán...

A vosotras;
las que os quedasteis por el camino
al cruzaros con un hombre 
que confundió el sentimiento
con la posesión;
ante esas bestias del chantaje del “amor”, 
fuisteis fiebre de nacer a la sombra, esclavas,
pero tenéis que saber
que vuestra batalla es:

Libre y sin dueño! 
(Vosotras sois la Manada)

Habrá un día en que la Revolución
sea feminista, (o no será) 
que vuestro cuerpo sirve para algo más
que para follar, 
que las futuras generaciones vean
como la mujer tiene el poder en su vientre 
y en su intelecto, 
mordiendo las cadenas
para llegar a ser 
lo que queráis sentir y crear.

Habrá un día, compañeras,
que no caerá sobre vosotras el peso del acoso,
que no contaréis  con los dedos 
manchados de culpa propia y vergüenza, 
las veces que 

os usaron, 
os violaron 
os intimidaron
o humillaron, 

pues, preparaos eternamente para ser lucha;
guerreras de heridas ancestrales
y armadura inquebrantable, 
ante tantos ignorantes ciegos 
en un sistema heredado,  
algunos de esos que se llaman “hombres”
y no atesoran más
que basura en el corazón 
y complejos de ir de duros
en la cobardía de no verse 
en el fondo de vuestra piel reflejados. 

Ni una menos.


Viajar

 
Amo viajar, el amor, la música, la literatura;
te amo a ti.

que idealice en mi mundo de mentiras
ese que cuentan la verdad, 
de inventar nuevas realidades,
tan imposibles que al imaginarlas
ubico el primer rayo de luz
en la atalaya del futuro.

Yo soñé con ser libre.

Soñé con un mundo justo, 
con Latino América y África sin dolor, 
con una Palestina libre, 
amo ser explorador de mi destino, 
pero más te amo a ti
que llegaste de la nada
y te irás, y nos iremos en el vacío
incierto de los sueños que son
como la vida es sueño
como lo irreal que vivimos.

Pero antes lucharemos con la espada rota
con la risa atada con tiritas,
enciendo tu alma 
y el cuerpo se prende,
que el arte puede más que unas simples palabras,
que el arte existe
porque no basta estar, sino ser 
allí, 
donde acariciemos por fin todos 
el espejismo y la necesidad de sentirnos
Libres.


Melancolía


La melancolía da luz tenue a mis días
calor de abrigar el pasado 
pero no calienta el corazón mío, 
si cada siglo se suicida en un verano
y tan lejos tú que te llego a contar

que escribo para ser libre, 
y libre nací, salvaje como el viento.

Esa tristeza dulce 
como la sonrisa en la faz del recién muerto,
desenmascara el miedo
a la gente mala
a los que odian porque detrás de eso
cohabita el temor a la guadaña
y el tiempo que cuenta atrás, 
pero esta resignación no olvida
que me faltas
y yo en mi ego me pierdo, y pierdo
para encontrarme desnudo
entre las cuchillas del alma.

En un barco se extravía la luz
de nuestras olas enloquecidas,
en esta oficina renace la muerte
porque sobreviene otra poesía
que hable de revolución 
que asfixie a todos 
los revolucionarios
que traicionaron al pueblo
porque en mi hambre
mando yo, 
porque de nuestra pena
nosotros somos los dueños.


El arte

 
El arte desenreda al amor, 
tus latidos a la muerte, 
allí donde estás tú
suspiro yo
en la brisa callada
que renace tras el miedo.

Los parques cuentan historias
en la noche oscura
de nuestra alma,
cuando todo deja ya
de darnos igual
y el corazón es siervo
a la desesperanza
en un viaje perdido;
en un caos que se avecina.

Artificio de razón
y sentimiento,
tus manos junto las mías
desenredan el caos, 
y aunque tal vez no seas 
la chica de mis sueños,
ni soy yo el tipo
que defiende la locura
en este mundo enfermo
y sin dios.

Amarte como pan y vino, 
como reflejo en el espejo
y tumulto tras un vacío, 
la ciudad es una playa desierta
entre autos, hormigón y cemento
la flor de la ausencia
palpita en ti, 
la distancia de un beso
nos pide olvidar el amor, 
olvidar las promesas
y seguir, sólo seguir.



Huir


Dónde huir si lo perdido está dentro de ti, 
dónde abrazar el miedo al relámpago?
el éxito de un huérfano,
el fracaso entre aquellos que poco creyeron
en los milagros hechos realidad.

Dónde huir, 
caminando en al filo de un hilo 
destartalado
a la deriva, 
en la cima de un monte 
que se hunde a nuestros pies, 
si la verdad late encriptada en tu pecho
y no creer en nadie te hace vulnerable
tras el espacio que nos distancia.

Huiré a la sombra de la razón
que sobreviene a esta soledad dada;
al tenue aullido del loco
que venció,
y no le queda razón
porque extravió las palabras

esas que están dentro de él
de ti, 

en toda esta nada.


Tierra


Me encuentro en tierra de nadie,
otorgando tiempo al tiempo, 
dolor a la razón, 
tal vez este lugar sea el eterno
retorno, 
la descomunal
verdad de los hombres cuerdos

que murieron por amor.

Tierra fangosa
donde se encallan los veleros de la vida
tierra de nadie, tristeza compartida, 
resumen de voz de poema
que encrespó lo amargo
en el claroscuro
de la noche.

Me encuentro en tierra de nadie, 
donde tal vez sea más yo, 
allí desfallece mi alma, 
allí renace la esencia de lucha
pérdida en la canción cuarteada
que hizo de este poema
atalaya entre las nubes.

Tierra de nadie, luz desierta
mundo en la tregua del oasis 
en el temblor de tus piernas, 
y yo, por el suspiro de un desengaño
dejé una bandera rota, 
en la tierra donde nadie, 
sólo yo ante la locura, 
gané la lucha al miedo.


Sombra de la luz

 

Si te quitas las ropas, la armadura, el tallo de la flor, 
no eres más que la esencia que busca, 
el paso que arde,
la sombra de la luz.

Terremoto

 

Un terremoto se desliza por mi cabeza,
y el miedo se viste con el aroma
a alcoba entre presencias,
en el alimento del alma
que en la luz opaca 
dibujó mi imaginación en el aire
nuestra silueta.

Temor de ser y no ser,
de que alguien te ponga a prueba
tras el vaivén
de la danza fugaz de las estrellas, 
esas que huyeron de la oscuridad
y se quedaron brillando aún muertas,
como tu sonrisa en mi recuerdo
como mi aullido en el desierto
o el fuego de nuestros pasos
ardiendo 
y abriendo camino
entre la maleza.

Se estrellan los cometas en mis mejillas
creando lava bajo mis ojos,
al no querer perder tanta verdad.
Un poema es alma
y mi alma de versos se condensa;
todos anhelan un exilio
y el paraíso está en esa búsqueda
más que en las respuestas.


Sol


La gente busca el sol que más le cobije,

la gente busca su paraíso...

y tan equivocada compran el fuego para arder,
(sin saber,
que la luz está incandescente dentro de sí mismos)

No hagas que te vuelva a decir todo lo que he callado
en esta eternidad, 
no me tientes con perder, 
no te resignes a llorar, 
tememos más a sentirnos vulnerables que a la violencia
que nos atenaza, 
y tanto asco recorre mi cabeza
que sólo queda el corazón 
que rebelión bombea
en tiempos hostiles y de amenazas.



Bicicleta


En una bicicleta con el alma de los dos, 
galopé sobre el cielo derramado de astros 
ante nuestros pies,
daba igual que en el barrio se olvidasen
las distancias
qué importa que la vida no fuese nuestra
salvo en el segundo
en el que nos encontramos;

y teniendo un sí por respuesta, 
me faltó el universo de los demás
para entender:
por qué a mí? 
Por qué?

Y nadie osó a escribirme
mientras yo narraba el libro de todos nuestros sueños, 
será que es mejor callar antes que rebelar
lo que no tenemos, 
antes que empequeñecerse con el bramido
del ideal que se escapa 
mientras lo perseguimos,
nosotros;
tan divinos como mundanos, 
tan locos como cuerdos.

En una bicicleta por la Marxal de Corinto,
por la Devesa en el Saler, 
el aroma a paella se entremezclaba con los arrozales
y algún mosquito revoloteando
quiso anticiparse para dar la bienvenida al otoño,
de pinceles de luces ocres y taciturnas, 
el silencio revertió nuestro odio
achicando la distancia del alma
que nos separaba entre nosotros.


Mi verso


Mi verso es una revolución, 
un acto rebelde.

No escribo al amor, sino a entender el hecho
que nace de él y se dispersa en mil enredadera
atenazado como la muerte.

Revolución que olvidaste
como olvidas la promesa del amor, 
como olvidas lo bello al creer poseerlo, 
escribo para encarar a un dios
que hizo de la ausencia y el hambre
la encrucijada por la que nos perdemos.

Me duele los neones de dulces hoteles
que no alumbran a familias que duermen
en la calle, 
escribo para poner nombre a lo que no ves
pero existe
como la palabra prohibida
que da luz a la carne, 
realidad a los fantasmas.

Mi verso es una revolución 
de guitarra y vida entregada por el arte, 
sensibilidad que murió
ante tanta traición, pero renace.
Recorro el corazón en el trazo
del poema mío dolorido
por el palpito de soñarte, 
de soñar-arte.

Envejecí lo suficiente
para creer que otro mundo es posible,
ahora que todo se vende
y se crea ilusiones de metal
donde los ideales no caben.

Pero intenta sonreír
en la foto de Instagram
que revela la miseria 
de una revolución muerta
que en el fondo del corazón
grita y se ahoga porque somos
creación de luna
lucha eterna por entregarlo todo
pero sin referentes ni culpables
quizá vivir con autenticidad
sea la poesía secreta, la rebelión
que nos haga libres.
Llueve en mi alma, 
aunque el sol abrasador del desierto 
esté presenciando la vida a nuestro alrededor;
se escuchan tristes campanadas
en la Iglesia del pueblo de Tavernes,
donde durante un año
tomó cobijo el frío
de mi corazón.

Nadie sabrá, entre los lugareños,
que como un Machado de torpes sueños
ando escribiendo
la biografía del cielo en horas de despacho;
la vejez de la luz en tu mirada nueva y risueña
encuentro,
allí donde pisaste la luna de mi cuerpo, 
tras tanto tormento
y los dos caímos por nuestras ruinas
en la lumbre de la sombra 
de lo que fue nuestro.

La desilusión que se enamora;
el bailarín cojo que da vueltas en sí mismo, 
la vida hecha despojos
mientras nuestra muerte 
va acechando en las esquinas,
a cada hora.

Lloverá en mis manos
cuarteadas y febriles 
como los hombres y mujeres libres
que se cansaron de tanta protección, 
y la esperanza es la espera
de un barco a la deriva
cansado de esperar.



Flores

 

Flores de un suspiro, 
que en cada pétalo del miedo
en el pecho su tallo nació y murió
flores del color amargo
que se mezclan con contar los relámpagos
en las entrañas de las nubes.

Me encontré con la historia tuya
que de boca en boca fuiste
respirando amor, 
espinas de la rosa que en el edén crecieron
allí donde confiaste en alguien, 
y que tras el cansancio
todo se volvió rencor.



Tránsito

 

Transitamos en un tiempo equivocado
de muertos vivientes que consiguieron antes que yo, 
lo que tanto soñé; 
tu amor, 
mediante chantajes por los que besaste, 
tú, utilizada cual muñeca sin cabellera 
y semidesnuda, 
(tu dolor es mi dolor)
ahora arrepentida buscas en los rastrojos 
de mi recuerdo 
recuperar aquel tiempo
donde el aroma de lo puro hacía atisbar la eternidad
en esta vida sin sentido ni puerto, 
pero yo estoy ya en otro lugar,
mi barca oscila 
entre la luna y el fuego, 
allí tan remota o tan cercana quizá, 
como el lugar donde
naufragaron nuestros sueños.

Tránsito de rocas quebradizas
en la noche sin estrellas, 

te cambié por mil viajes imposibles, 
y acerté, 
tu amor sigue ahí, donde estoy
porque me enamoro de infinitos,
único recoveco donde aman los que creen en el amor, 
o las que besan otros labios, como tú, 
y después de cada baile 
no saben si reír o llorar por ver el tren pasar
del corazón o un desconocido entre las sábanas.

Aquí nadie va a claudicar, 
nadie somos perfectos,
aunque algunos soñamos con perdernos
en el universo de cada filo de montaña
en cada recorrido curvo de las olas del mar, 

te hice poesía, aunque no te escriba,
porque cuando ya no nos martirice más el ruido
y aunque alguna que otra arruga nos cuarteé la piel,
al arte nos remitiremos, a los versos y la música
que vibran en el alma, 
y traspiran con el vaho de cada gemido 
bajo las ventanas abiertas del firmamento, 
para que puedan volar 
las luciérnagas peregrinas
de nuestras almas, vacías de sed, llenas de tiempo.



Pobreza


Más que de la pobreza, huía de la desolación
del “no es posible”, 
de la resignación tatuada en el ambiente
que hizo aquel barrio de muertos 
llevándose tantas vidas por delante.

Soy un escritor a quien nadie lee, 
pero que siente el rumor del tiempo en tus latidos, 
escritor de otro siglo con la sonrisa eterna; 
más que de un pasado tormentoso, 
no dudaría en afirmar que 

yo alcancé a ser la Tormenta.


Tormenta 
que resurgía del polvo de un desierto
en el cual no se veía la salida, 
tanto amor y tan poca alegría, 
tanta luz y eclipse de lunas de personas
con el alma mutilada 
que te rajaban 
con el filo de su incomprensión.

Talento desaprovechado; 
entre gente que no quieren que destaques, 
gitanos haciendo su papel, 
papel que se quema con un poco de hierba, 
y en cada banco del parque
se vendía el virgo de las estrellas.

Quise escaparme de todo, y de mí mismo
terminé por escabullirme,
tan doloroso parto creó en mí otra dimensión
de sentido, 
y donde tú divertido veías un loco 
que quería ir a Cuba, 
por ejemplo, 
héroe de la luz y las tinieblas resurgía 
en una plaza sin árboles, 
con gente que respiraba a duras penas
en el fondo de cada una de sus tumbas.

Y llegar a  sentir que 
el mundo se proyecta en tu sombra
que tienes la fuerza de los astros,
y a la vez gravitas en un universo
descompensado por una mente enferma y genial, 
los que desde las ventanas apuntaban con su rifle
eran sólo mis ojos 
que se desdoblaban para ver tanto resplandor, 
de ángel herido de sienes sangrantes
como Prometeo robándole la luz a dios.

Tormenta de poeta que suspendía tantas veces Morfología y Sintaxis, 
pero te quería en el batiburrillo del fracaso 
de las becas no concedidas
y los novios malotes que nunca sabía ser, 
los que tú preferías antes de conocer la mística de este verso 
imperfecto en plena armonía,

pero quizá era tarde 

y la explosión vencida por tanta droga de cantautores, 
poetas de postguerra, bicicletas,
y guerra de motores
haciendo vigilia a las 4 de la mañana 
en aquellas mañanas frías de febrero.

(…) nunca seré el escritor de tus sueños, 
tal vez porque has permanecido despierta tanto tiempo
que los grilletes de tus ojos están apuntalados por el alba.

Tu vida, pérdida, aunque no lo reconozcas, 
la mía también (lo reconozco)

la diferencia, cual Alonso Quijano 
es 
que quise emprender el viaje sin armadura
y cual guerrero peregriné por el sueño
de hacer realidad lo imposible de 
simplemente, 
tan simplemente
ser feliz 
en un mundo justo que no llegaba
en un destino injusto a una realidad
sin ti 
porque aunque no lo creías, lo creaste
junto a mi poema cansado que es candil
entre tanta sombra.



Me enfrento


Me enfrento al papel en blanco
como si mirase tus ojos negros,
y escribo las líneas de estos versos
en el trazo de cien caricias por tu cuerpo.

Tengo el sol en la tierra
y no sé si eres tú, que no alcanzas a verlo, 
tengo el arte en mis venas
que de tanto cansancio ni sangre corre,
sólo pena.

Transcurre el poema por el papel,
se infesta de luz la quimera
en lo que dura esta lucha sin cuartel
hago de amor bandera.

Y la peor parte es la gente que mira el dedo
el que señala la poesía cuyo fin era
hacer de lo mundano algo especial,
gris sonrisa que calla el abrir los ojos
y no saber qué mirar.

Me enfrento al papel en blanco
como si mirase tus ojos negros,
y escribo las líneas de estos versos
en el trazo de cien caricias por tu cuerpo.



Séneca

 

La soledad no es estar sólo,
es estar vacío, 
como dijo el sabio Séneca, 

Nos toca convivir 
con mucho miedo y poca vergüenza 
y a joder la vida a los que te rodean, 
comparándote, acumulando bienes, 
egoísmo, falso amor, mentiras,
y por dentro sólo miseria, 

la soledad no es estar solo es 
sentirse vacío, 
y no encontrar a dios en tu belleza, 

esa que guardas única tú, 
aunque no lo creas, 

hay sitio para todos en el planeta,
pero el ser humano
es un lobo
que le falta compasión
hasta que llegará el día 
que dejará de llorar en silencio
y se aferre a la soledad junto a personas libres,
si tienes todo en la palma 
de tu mano.



El mundo

 

Todo el mundo busca el paraíso
sin saber que está en sus mentes,

en la conexión con su corazón, 

la realidad es infierno o cielo
y en el medio,
tus ojos proyectan el alimento
que hace brava la lucha.

Somos lo que sentimos, 
sin saber lo que somos
dependiendo si crecemos 
entre madreselvas
o estiércol.

Allí donde radican mis pies me crio, 
pero allí donde aspiran las nubes en mi cabeza
arden candiles rojos



Llamar

 


La soledad llamó a la puerta, 
todo el mundo lleno de miedo 
buscó pareja, 
al abrirla sólo vieron sus propios
reflejos en un espejo.
Horror!

La gente espantada
escrutinó su silueta, 
y detrás de ella amplios campos
y mares aguardaban, 
donde no les hagan daño

la protección confundida
con amor

el amor confundido con libertad.


Caigo

 


No importa el lugar,
caigo, desfallezco 

porque son muchos los motivos
por los que seguir en pie
aunque gire la cabeza 
e intuya tu recuerdo,
para sonreír porque fue

y es que la magnitud de las horas
nos arrastró a nuevos tiempos, latitudes, presentes.



Eres la herida

 


Eres la herida abierta, 
la lucha a brazo partido, 
el abrazo roto que me recompone, 
fuiste la yaga en mi piel, 
el hilo que enhebró el tiempo
a través del destino caprichoso,
y cruel 
que nos barajó en este desorden.

Somos la voz de un ruido tan claro
como el día que nació el próximo mes, 
fuimos el cansancio abrumador
de respirar vida, 
muerta
y vacía,  
al expulsarla después.

Eres el cruce de camino,
la hoguera que marca los pasos dejados atrás.


Desamor

 


El desamor en esta tarde te abraza
y las olas de la marea
despistan el vaivén de una pérdida playa, 

latido triste de no ser correspondido
de crear abismo en un desierto de inmensidades, 

el dolor crea vacío
que enciende la noche,
esa que apagó en la mañana nuestra lumbre, 

te siento aquí, sentada en mi desconsuelo, 
en el trozo de asfalto de la memoria, 
y pudiendo alcanzar el sol
no olvidaste a este fugaz cometa
que te escribe y piensa, 
de esquina en esquina, 
tras el desconsuelo por haber creído 
más allá en el amor, 
por haber hecho mía la promesa de libertad
con la que el universo te besó
y gira
y gira.


Se escapan las palabras y yo 
las intento adherir
a mi sangre 
en lo que dura el suspiro atroz
de pertenecerte
y no ser de alguien.


Saqué

 
Saqué de mi chistera el invento de haberte hecho especial,
en el espacio de la bruma que no me dejó ver cómo eras, 
saqué de mi revólver una flor otoñal
y de tanto miedo al no ver correspondida mi bondad
jugaste en el infierno por intercambiar muñecos sin cabeza.

Pero todo ya da igual, 
los fracasos son menos fracasos cuando a tiempo se dejan ver, 
saqué de mi sombrero un chiste 
que no hace reír, tan parecido a ti, 

como tú, besando por besar,
subiéndote las faldas en un despiste,
ante la marea del machismo ancestral
que nos persigue.

Nos inventamos como un Big ban
en los tristes encuentros que no tuvimos,
la mañana que se hizo esperar
el quitarte la ilusión y la ropa
delante de cualquier idiota 
sin dos dedos de frente, 
que te mintió y te olvidó
empotrándote la cintura 
en un sucio portal de mala muerte.

Saqué de mi chistera la magia que vuelve, 
la de hacerte especial, y tus días de silencio
crecen, 
agónicamente, 

crecen.



Hondo

 


Me hago el loco
para que entiendas que sentir tan hondo
no es de idos, aunque lo creas, 

me hago el loco
mientras dudas en llamarme medio cuerdo, 
sigo privilegiado en la mentira
que montaste como fiesta.

La locura es el arte de soñar con otra realidad
que existe pero te da miedo ver, 

la locura es maestría si sabes domarla
de sensibilidad y fuerza,

de entender 
tan diáfana la verdad
que a veces con angustia la mente
llora espejos de pena.

Locura de un hombre libre,
 
qué ironía,

apestado que queréis ignorar, 
admirar o maldecir por partes iguales, 

pero no moveréis el mundo
tras la triste cordura de sueños rotos
con la que al levantaros
hace 
que tengáis el alma enmohecida
y cobardía entre vuestros pecados.


Me da igual

 



Hago como que me da igual, 
pero no me da igual, 

ni romántico escritor
de un siglo perdido al que encontraste,
ni idioteces varias, 

vamos, 
me conmueve lo que otros evitan;

el tiempo
y la injusticia,
osea, 
el cansancio, los barrios, la guerra entre 

lo animal frente lo humano, 

lo divino y la dignidad 
de tu mano que está temblando
ante el abuso de la fuerza;

porque haces que te da igual, 
pero en el fondo 
no te da igual.
(...)

Que te usen como objeto, 
que seamos esclavos de un juego inútil.
Que se vea mancillado lo más bello, 
y en el descorrer de nuestros párpados
la vida se fue 
buscando
la pureza que de niños nos robaron.

Y yo, tardé tanto en llegar a aquella cita nuestra
que nunca se dio, recuerdas?…

porque tenías miedo, tanto miedo a lo bello
que sucumbir ante el otro, el mundo vulgar,
te hacía olvidar 
que las manchas de tu alma
con barro se limpiarían.

Los pecadillos de juventud excitan
hasta que ves que llegado un punto
estás a deshora y a contracorriente
de la marea de lo auténtico.

Hacemos que nos da igual, 
pero no nos da igual.

No quiero pensar,
que nuestro corazón se ahogó ya

que es demasiado tarde,
que la violencia ganó,
y nuestros cuerpos han sido
para la posteridad
un par de sacos de combate.



....

 


A veces mi estilo no os gusta, 
pero que vamos a hacer!…

no sois perfectos.

A veces mi sensibilidad
puede dañar la imagen
que tenéis del mundo, 

pero que vamos a hacerte, princesa, 

nunca me vendí por un beso tuyo.

(Aunque creas que te fui 
lamiendo las faldas)

Mi carácter es indómito
pero, puede, que se venda a veces, 
porque la felicidad
está
en acercase y alejarse 
cuando
la vida dicta que el corazón 
no vibra igual.

A veces mi estilo no gusta, 
pero es que el tuyo
es un reaguetton de mierda 
como antídoto de reprimirse

las ganas de llorar.



Horteras

 

A veces iba a bares horteras de poesía, 
con hortera gente que recitaba cosas
que ni ellos entendían, 
y en lo que duraba su verso
morí en un bostezo
y todos se preguntaban lo que mis 
pestañas escondían…

en fin, fracasad@s, con aliento a resaca
y cerveza de tirador.

En esos bares se escuchaba versos
como orgasmos fingidos, 
y lo que más me dislocaba
era el cumplido y amenaza,
de ser objeto de miradas
que por dos minutos que me sentenciaron.

Pero que voy a deciros, 
artistuchos de trémulo pasado, 
mis versos no se venden
porque no estoy en vuestro mercado, 
una corrida de arte os dedico
a vuestro deseo insatisfecho

de niñas tontas
y tontos de la polla que se consuelan

con las limosnas que voy dejando.


A veces iba a bares donde se recitaba poesía,
y todo era fascinantemente cutre
porque de todo lo que se recitaba
nada se hacía, 
todo era fuego en el hielo, 

mentira.

La prostitución de arte, 
en vuestras vidas.



Corazón que vibra

 

Corazón que vibra
ante la eternidad de un simple poema, 
ante la fuerza tranquila y torrencial
de las palabras
que ni el puño opresor
podrá, a pesar de su amenaza, arrebatar, 

no, la vida no es un camino de rosas,
pero el aliento a tanta soledad herida
puede ser esta estrofa, 
podría ser;

que al sentirte vulnerable tú,
vestida de amantes crueles, 
y arrepentimientos, 
tal vez, quisieras desechar. O no.
(…)

El fin del mundo está hecho de palabras, 

el amor después de acto,
se recrea y se entiende con las letras 
de su fricción, 

podemos calmar el cielo ante lo incomprensible
con una nana
o podemos destruir sus cimientos
con aquella acertada oración.

Un simple poema trae consigo 
la caricia de la humanidad
de ancestros que en mis muñecas me impulsan
a crear lo que hubiese sido sueño, 

ni valenciano, ni español, ni europeo, 
soy aire, que como peregrino
trepo con cuerdas de nubes
por el cielo.

Lo que diferencia al loco de la genialidad, 
es esa habilidad 
de poner nombre
al torrente de emociones
que acechan con colonizar su mente,
 
poema como acto de sumisión
a los dictados de los ángeles
que cuidaron con paños de sal 
las heridas infectadas 
de lo que sufrió mi frente.

Preferencias.

A veces prefiero comerme 
un buen bocadillo de sepia


que escribir una obra de arte hecha 
poema.


Restos del naufragio




Lo restos del naufragio, flotan,
y la belleza no es promesa de eternidad,
es simplemente visión de que un dios
teje los mimbres de nuestro vacío, 
naufragio de poleas y a la deriva
con los que se crea el mar inmenso
donde abusa cupido
de la infancia que le sentenció.

y todo por dinero vale el fin de los finales
de un mundo sin principios.

Te he querido, y te sigo queriendo
ciego en el eclipse de varios reflejos de luz
de lo injusto de que estos versos no tengan el eco
debido, y que pase todo y todo sea pasado
al que volver.

Pero bueno, 
el mundo es injusticia por definición.
Unos pocos creen llegar a la cima, 
mientras el resto los persiguen
como rebaño sin alma, 
cual naufragio de barco pirata
en los corazones de gin.

Y todos por dinero valen el principio
de un mundo con final marcado

en los espectros de nuestra mente
tan eterna que duró hasta ayer.