viernes, 27 de abril de 2012

Chocho chonis


Toreras de chándal rosa,
de sangre endulcorada por sal,
entre la Esteban y Kiko Rivera,
roncais en pleno orgasmo
con el macho cabrío, ese...
don Fulano de Tal.

Chica que vas colgando de aros de- pendientes.
Auxilio son esos gritos que entonas
con faltas de ortografía.
Compras y por ello piensas
que el mundo te entiende,
pero verte llorar será, quizá,
el mayor hechizo a mi poesía.

Cambias de amante como de bragas,
tetas postizas, cosméticos y pintura
a orillas del amor,
para ti, Rafa Mora es el donjuan
que vende protección
y hasta a su sombra engaña,
mientras os llamais entre vosotras “zorra”,
algo os dice que la violencia
va dejando de guardar emoción.

Y en fin, mi Choni,
tan elegante de agrio perfume,
choni,
reducto del fin de las ideas,
puzzle de tantos juguetes rotos,
de pasado incierto
y amores locos,
cerraste el cuaderno con el interrogante
de un te quiero a los 13 años
para matar la vida entre tacones,
ceniza y uñas arañando rebeldía
allí donde no deja de perseguirte mil demonios.