Llueve en el mar
lágrimas que caen bajo la lluvia,
ríos de agua en la mirada,
lava con la que se moja la ira,
al tener que esperar sin esperanza
el poder dejar de verte a oscuras.
Poniendo amor
a cada cosa que se hace
el mundo guarda sentido,
llueve en el compás eterno
de lo que no tuvimos.
Y en el mar
late las corrientes
que emergen del arte.
Tintineo de gotas en el interior,
horizonte que se distancia
en el trayecto
de cada pisada
con destino a tu corazón.
Llueve en la playa
de lo que vivimos,
en los arrabales
en los que te extrañé;
horizontes perdidos
donde se sumergió el eco
de mis huellas.
Llueve en los ríos
de mi memoria,
por estas venas del tiempo,
y es tan pequeño el destello
con el que soñar,
que soy solamente
en el silencio.
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