Entender el amor como entiendes la libertad,
como huida
y encuentro,
como sentimiento hacia todo aquello
que te conmueve y llega a encajar
con lo que falta.
Y yo, viajo por tu débil fortaleza, chica,
tu sonrisa triste...
todo lo que tuviste que pasar
y te callas
al haber conocido a esos idiotas
que no vieron lo bonito
de la sencillez revolucionaria,
que tu forma de ser transmite.
Nuestro cansancio de hoy;
la imperfección,
el miedo al futuro, en fin,
estar atada a quien te mató y te mata.
Sigo siendo libre
para perderme en tus curvas
que son colinas,
que acaban en un lago de agua salada,
mientras vago por tu rostro
donde el faro negro de tus ojos
me dan vida
si iluminan mi mirada,
-si me miras-.
El amor es libertad de estar solo
o acompañado:
rebelión de ser,
siempre que sintamos
salvajes como el viento,
y leales a nosotros mismos-.
Arte de ser fuerza y ternura en tu sexo,
en nuestro vientre que van oscilando,
y roba al dios del tiempo la eternidad,
hace que no exista distancia donde
no estés, ni luz
que no lleguemos a abrazar.
La libertad y el amor
habitan en nuestras almas
aunque no las entendamos,
(suponen cadenas o liberación)
difícil acto de intentar
no depender, crecer y soltar,
En resumen, eso que te atrapa en la fuga
es el amor que acaba muchas veces
aunque no acabe una relación.
Nuestro amor que también
puede seguir para siempre,
aunque ya no estemos juntos los dos.
Mi religión es desnudarte,
creación de palabras que esconden
un sentimiento,
para volar cerca del suelo
y llegar a trepar por tu pelo al infinito
desde mi corazón perdido,
que calla lo que ya sabrás,
y en estos versos te digo.
Amor y libertad
Libertad y amor.
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