domingo, 7 de marzo de 2021

Simone de Beauvoir

 
Tantas vidas lucharon;
niñas que fueron mujeres
ante el machismo, 
alzaron 
libres y enteras, 
el grito de revolución
 
en cada paso a paso
(aún queda mucho por hacer).

Profesoras, jornaleras, 
juezas, doctoras, libres...
siempre hubo una que caminó
y abrió camino para que las siguientes
tuvieran la igualdad, 
porque lo contrario a feminismo
es no entender que todos debemos
tener los mismos derechos.

Tantas vidas lucharon
bajo la sombra de un hombre, 
que es momento de llegar más alto
porque puedes tanto o más que él, 
ese que dudó que podrías.

Todas unidas y hermanas,
ni una menos.
Tantas vidas lucharon. 







Roto

 
Roto, no digo renqueante, digo roto, 
así estoy y así no me ves, 
cuando la sombra de un rayo
vierte su luz a mis ojos y tú recoges
el pincel del color perdido, 

roto, como el grito de un niño, 
roto, como la verdad que escondo, 
y aunque la vida da oportunidades
en la piel tengo marcado
el dolor tuyo y de otros.

Soy lo que guardo en mi corazón, 
tan roto como un látigo a la inversa, 
roto como la carta que no envié,
roto como que no me mires y se pierdan
los pedazos alrededor de un charco de lava.

Soy lo que no tengo, lo que aprendí cuando no fui
al estallido de la primavera, 
y tan rota está mi alma, 
que la vida se filtra por lo que no sé alcanzar,
quebrado, entero, roto.



Dilemas del primer mundo


Complejos y dilemas del primer mundo, el planeta revienta y las adicciones del siglo son vanguardias de tus dedos manchados. El universo pide una revolución y es tan "difícil" materializarla como que amor es la solución secreta que todos esquivan y todos tienen a mano.
Gravitan aves sin rumbo, raíces de árboles que se entregan a la pasión de los que no pueden; impotencia del sabor a los logros conseguidos, y una guitarra crea un arpegio de voz con tono bizarro.

Eres eso que se me nota al sonreír, la bala perdida al pecho del huérfano, enredadera de luz en mitad de la lluvia marrón. Y los anillos de Saturno son las uñas en movimiento replicando una sinfonía, de esta mente aletargada ululando ecos bajo el mar.
Rosa con espinas en plena embestida, y mi escudo se apacigua, como la de un guerrero siempre atento por su luna tatuado.
Sombra de tu boca en mis recuerdos, nubes que eclipsan el sol, ríos de ciudades sin río, mañanas que no temen al mañana porque vivimos libres y enteros en cada medio latido.