No tan deprisa, para un poco,
no creas que el loco no puede volverse
de luz,
viajando en vaivén
del cielo al infierno, del dolor a la redención,
me ves aquí de nuevo escupiendo
letras tan ciertas que han sido dictadas
por algún dios.
En tiempos en el que el miedo al otro
se rompe del abrazo a la ira,
-no tan deprisa-
puede que todo cambie
en un giro del destino
que nos lleva a la deriva.
Y vuelo sin aire,
y camino entre el fango,
doy el corazón
a todo el mundo
pero con nadie me caso.
No tan deprisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario