Sí, te pongo en el dilema;
o vivir en el mundo real; osea todo mentira
de la que eres juez y parte,
o creerte lo que parece que no es verdad
alrededor de mi universo;
osea la razón donde convergemos tras este poema.
Dilema al que saldré, obvio, perdedor,
pero haciendo de mi virtud, defecto
y de mi defecto, virtud,
me embarco en los siete mares
recorreré la geografía de la piel de mujeres ausentes,
de tu envidia, hecha himno (...)
Te pongo en el dilema,
a ver si escribes como yo;
un verso que haga dudar al orden del tiempo
y rompa todo lo establecido.
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