Tú no eres más que el reverso de este poema,
(tendré que distinguir los sueños
de la realidad),
y saber que los amores mueren
cuando dejamos de romantizar
los motivos
por los que empezaron.
Yo, no soy más que el loco, o genio,
que se extravió en hacer más bella
la realidad,
y se le atragantó tu beso.
Sé bien que mi forma de vivir
deja en pañales tu filosofía,
porque ser uno mismo
baña de luz y ridiculiza
a quien cree en el amor
sin creer que el amor después del amor
se aferra a tantas despedidas.
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