Lloverá tras los mares de fuego,
de estos abrazos heridos,
de este puto fascismo
de querer recortarnos libertades
y callarnos con lo que se compra,
y comprarnos con lo que se vende,
lloverá en este infierno hecho tierra.
Sueño con la Justicia
labrada día a día por personas
con corazón,
ante la avaricia de aquellos
que solo buscan el aplauso,
la comparación o el miedo del pueblo
que nada tiene e ignora
que puede
cambiarlo todo.
Y la libertad de amar,
de sentir, de luchar en un mundo
vigilado y roto, dónde queda?
Y si la mujer quiere ser libre,
y si yo quiero ser libre
a qué dios del delirio
nos encomendaremos
en la peligrosa aventura
de sentir con el alma llena?
para partir de viaje donde
no nos hagan tanto daño
sus hipócritas dogmas;
sus ensangrentadas banderas.
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