martes, 1 de agosto de 2023

La sangre


Estuve paseando por Kiev hace unos años,
y hoy las Iglesias ortodoxas agonizan de dolor, 
no aprendemos de las guerras, 
cuando en la quimera de una trinchera
se pegó un tiro en la sien dios.

Ucrania y los acomplejados hombres
que hacen de matarse entre ellos, bandera, 
para gastarse el arsenal del Imperio Ruso
en cocaína, vodka y putas, 
mientras el pueblo 
obecede 
y se arrastra moribundo.

A nadie importa unos terrenos remotos del Donbas, 
excusa de dinero y poder.

Estuve en Kiev paseando hace algunos años, 
y mientras Tinder ardía a cambio de dólares, 
los hombres empuñaban la misma arma invisible
que años después les mataría.

Todo es profético,
todo conduce a las heridas de la humanidad
que no para de sangrar;
Ucrania, Yemen, Somalia, Siria, 

las hijas de los presidente poderosos
follan 
con las luces apagadas.

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