Entre mis recuerdos puedo rescatar
a aquella niña que jugaba
con la rosa de sombra
y yo la miraba,
y la miraba…
como quien observa los tesoros que nunca yo podría
conquistar,
seguimos vivos como el acto
rebelde de la ternura
y el amor
que sin ser correspondido
brilla en la oscuridad.
Aquella niña jugaba
en un oasis de viento
sonreía con pena,
era jolgorio y ansiedad,
espera anestesiada,
luto de la alegría,
tranquila felicidad.
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