jueves, 30 de noviembre de 2023

Las estrellas

 

La condena de estar sólo
-o en compañía de las estrellas-, 

no sé bien...

de contar recuerdos que vendrán
y ver París nevado, 
allí donde se pierden entre la lluvia
tus lágrimas,
y mis sueños en el vacío se estrechan
en charcos sucios de verdad.

Pago la pena de no saber dónde empieza el norte 
y acaba la sombra de tu quimera, 
yo, que busqué lo real en este amor que nos vendieron,
me pregunto;
si la sociedad empeñada en poner etiquetas
quiere que nos desfallezcamos
a la levedad de vendernos y que trafiquen con el discurso
de que tener es más que ser

de que se utilizan sentimientos, 
como quien ama a las cosas.


Mientras, yo, te espero, 
intuyendo la fragilidad de nuestro ser. De este mundo corrupto.
Sigo con ahínco por demostrar que no todo está perdido.
Que aunque se diluyó entre fango y el mar
lo que amamos
siempre queda el deseo trasnochado
de ser felices
a pesar de todo, a pesar de mí.




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