Al final quedará una poesía.
Aquel poema de corazón puro
que traspasó tanta mentira
en el destino errante del mundo.
Quedarán mis labios prendidos a los tuyos,
estará presente la luz de la luna.
Tendremos unos versos que alimenten
el infortunio
de no amar más
que sombras y barruntos.
Al final quedará
lo que nada queda después del recuerdo;
esta llamita enciende nuestro fuego,
por encima de mares de incomprensión
y mariposas que navegan en ron
por un desconsuelo sin mar,
y nada quema en el corazón
sólo el dolor
de ser eterno
y ser fugaz
Y es que a veces ir
a contracorriente,
es el camino más corto para encontrarte
a ti mismo.
Al final quedará una poesía.
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