En el claroscuro de la luna,
cuando la realidad se esconde
tras ladridos de fantasmas y espejismos,
tu fe y apoyo;
tu ayuda,
ha hecho resucitar el alma
que aún sumida en brumas, nunca se rindió.
La medicina y la locura es,
alrededor del imposible de luz
de tu palabra cuidada,
una canción para Elisa y Esperanza,
como ensoñación
de esta vida que
todavía,
se puede remendar.
Transitando por el filo de una aguja
con cuidados y pastillas,
en el viaje infinito
que empieza y acaba en lo que dista las sienes;
das bálsamo de paz
a las manos que claman tormenta
esas que se afilaron con el tridente o la cruz
de trascender en este Universo
del que la mente -incluso
la que dicen que no es cuerda-
ata de sentido su gravedad.
Gracias por todo,
por ser profesional de rozar lo intocable,
de crear sentido a lo que no se entiende
entre tantas vorágines de volver a caminar
tambaleando de dudas lo establecido.
Gracias por la belleza solapada
de intentar comprenderme;
los de-lirios perfumados
de locura,
de clímax,
y dolor
en cada una de mí, (y nuestras) batallas.
Tomás Edo Torres
Canción para Elisa y Esperanza.
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