Te fuiste pero no te fuiste.
(llegaste la inmensidad de un suspiro
roto)
de entre tantas vidas vacías,
que se llenaron con el tiempo
y los estragos del silencio; desengaños
e ira contenida,
apaciguada con nuestra propia vida.
Y es que somos parte de un todo,
que desequilibra y
mata
del cual huimos, y me encontraste (…)
Te fuiste, y no creo
en las ausencias
porque detrás de tu nombre
hay miles cosas
que crecen
en el aullido de los lobos
y tu risa entrecortada.
En esta cafetería
que vertebra el llanto del mundo
a través del papel,
el lugar más recóndito
da luz a tu recuerdo,
y es que eso nos diferencia
de los demás; recordar
-y volver a pasar por el corazón-
Eternamente
Y es que te fuiste,
pero no te fuiste,
(llegaste a la inmensidad
de un suspiro roto)
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