He viajado tan adentro mío,
que lo reconozco, coño,
me perdí, te perdí,
de casi me vuelvo del color
invisible de la vida,
aunque sé que la existencia es eterna
mientras duró tu mirada
triste mientras sonreías.
Compartiría mi lado más salvaje
por un beso tuyo,
mi lado ese,
que a nadie doy,
pero me estrellé
contra mí mismo,
colisionaron dos planetas,
y el mundo creo un terremoto,
suspiré y se levantaron olas,
cuando me sequé
las lágrimas los desiertos
fueron un manto en la ciudad
sin nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario