Tanta poesía,
y demasiado silencio inundan mis días,
al amparo del apaciguado desvelo,
tanta bohemia
que soy el único
vivo en un mundo de muertos,
que me enseñaron a sentir con el alma rota,
Si pudieseis ver lo que esconde
la sonrisa de cada uno (…)
tantos traumas y dolores
inundan de silencios
esos días
como los míos,
pero yo les hago poema
soñando hacerles amor
por la vida.
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