Aunque tú no lo sepas,
‘huida’ es el nombre
que le dí a mi desesperación,
esa que me llevaba a ti
circularmente.
Aunque tú no lo sepas,
quise limpiar el gris
del arcoíris de mi vida
por verte venir,
he ahogado mis penas en tequila;
fui poeta de botas rotas
entre vidrios del recuerdo.
Aunque tú no lo sepas,
amo los aeropuertos nocturnos
en invierno,
cuando el frío al otro lado
hace que duermas abrazada a otra persona,
y yo por los dos,
-por el mundo que aún no conozco-
giro la esquina de un papel
para trazar mi historia en otras tierras lejanas.
Aunque tú no lo sepas,
sé que este breve instante,
de ser tan cercano e imposible
te hizo desesperar,
reina de las barras de bares,
paria de guitarras de rock and roll,
aunque tú no lo sepas
en el olvido
también existen nuestros cuerpos
flotando, como astronautas
en la inmensidad del espacio-tiempo
Aunque tú no lo sepas
mis anhelos desfallecen
en la belleza perdida
en la búsqueda desatada del viajero;
del loco,
que con una brújula encontró por la Ciudad Eterna
una historia que el tiempo
dijo, - ya no, pasó la hora.
Y tú, morena, no sabiendo qué
reloj de sol mirar de todos
los que te alumbran,
maldices el tiempo que te adora…
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