En el nombre de tu rostro perdido
sobre lamentos,
fueron las estrellas
quienes me hablaron de ti.
Se cayó por entre las nubes, la belleza,
cuando el hito de mi vida
fue haberte conocido,
sin encontrarte -todavía-,
y la tristeza
-esa hermana de la libertad-,
anda inquieta en un mundo
que va cayendo por entre las ventanas
de este autobús,
camino a ningún lugar,
allí donde se pierde
lo vivido para tener
por quien morir,
y es que será que hace tiempo
que se olvidó de nosotros
la vida.
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