Yo soy loco,
que de amor se embriagó,
soy un loco
que de la indiferencia,
hizo canción,
yo soy alguien
que nunca viste
en los reflejos
del cristal de este espejismo
hecho vida,
o mentira,
de donde mana el tiempo.
Mi corazón a la deriva,
entre gentes
que no aman su destino,
va, canción triste
de olvido llena,
hacia nuevo mundo que sueña
tus labios.
El forastero partió
sin fe a un lugar extraño
que no sabe pronunciar,
ni tampoco el nombre
que te llama a ti,
desde esta terraza
en el péndulo de gentes
hastiadas
muere la luz de tus brazos
que apagados
encienden nostalgias
y soledad.
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