martes, 8 de abril de 2025

Extraño

 
Te vi bajo el viento borrascoso
de un martes, 
sin afán ni tiempo, 
con el estrés entre las nubes, 
y el rutinario paso que nos llevaba
de la mano
camino a la locura, 
cuando la muerte no es más
que esa cotidianidad de horas
sin reloj; ni camino.

Te vi bajo la lluvia, 
y prendidos, tus labios
en mi boca, 
amarrábamos las últimas luces
de una ciudad que nunca duerme
en un desconsuelo 
que nos hace prisioneros, 
sin sentido, ni sueño, 
metal y óxido del día a día, 

Se apropia el deseo 
en la guarida de habernos hecho daño, 
tras un mundo ciego, 
ya tantas veces 


extraño.

Te vi entre la multitud, 
extraños.





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