Es difícil comprender lo incomprensible,
y entre las vías de un trenduerme mi felicidad,
en el sendero que va a tu casa guardo la mochila
cargada de incertidumbre,
con el viaje a ningún destino,
el ser dueño de lo que nunca
podré conseguir.
Mañana se romperá el cielo a mis pies
y las palmas reflejarán tanta amargura
donde hubo amor, sólo quedan dudas,
de si yo era quien te quiso
y al responderte con el tumulto del tiempo;
-acertarás-.
Mi amor es auténtico
como la verdad más pura que solo tú
podrías entender,
tengo en mi voz el desierto
tan imposible soy
que arrastro por el suelo
un beso, un abrazo o el infinito
que latió hace siglos en nuestra alma.
Me duele el mar donde fui feliz con ella,
y tú, que me miras extrañada
te doy el dolor de mi queja,
te ofrezco la sal en esta herida derramada.
Es difícil saber qué se siente,
porque rota la espalda cargo con recuerdos
de una vez
donde los dos fuimos primos y amantes
y cada atardecer que miro al norte
veo
pasar los aviones
y lanzo la promesa que ya no
podré cumplir.
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