Mis alas de fuego
son las de un gorrión
que abandonado
alzó el canto silencioso de la noche,
crucé la oscuridad del tiempo,
y mis alas rotas
volvieron, cada día,
a resarcirse.
Vengo de un mundo
que yace en el tiempo infinito,
y vuelve a mí,
y vuelvo a ti,
cada día sin tiempo
ni olvido.
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