Yo cuidaré del sol, de la luna,
del viaje a cualquier parte
por mi presente, tras tu pasado,
tú sueña conmigo,
para volver a pasar en algún resignado siglo,
del brazo de un buen muchacho,
Yo cuidaré de los relámpagos del tiempo,
de amores cenicientos,
en los bares donde no te hallé;
encontrándote,
duerme sin desvelo,
ante el insomnio que da la vida y mata,
como ese imposible que cansa,
cuando no te besé.
Y aunque las palabras sobren,
me aburriste como distracción,
conténtate con aquel,
viviendo al filo del miedo,
y siéntate
que la magia de la vida, la vivo,
y soy yo, quien la creo.
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