En este impas maldito
de tu sombra
con la mía,
del amor mal entendido,
he leído como ríen
los que nada tienen
en la lumbre.
Y sabiendo que mañana
pudo ser el día,
en este impas
de volver a creer en el amor,
dudo aún para saber
para qué sirve un corazón.
Veo los autos deambular
por la carretera,
y el aroma que se ahoga
de un poema
crece como enredadera.
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