Soy hijo de la derrota,
esa que no muestras.
La sal en las heridas,
Sísifo jugando a la pata coja,
al ver caer eternamente
el destello de santa ansiedad
en mil heridas.
Lujo eterno de la quimera,
de masticar el nombre invisible
del tiempo,
soy la eternidad hecha momento,
lúgubre camino
que siempre me llevará
a ti.
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