Primeros pobladores

 

Besándonos tú y yo, 

se besan nuestros muertos, 

se besan los primeros pobladores

del mundo, 

se besa el letargo

que anticipa 

todo lo que ha culminado

en esta súplica, 

se besan los que nunca

tuvieron un beso

y la guerra fue una premisa, 

cuando el amor cobra sentido, 

tu beso sella de lealtad

esta espera, 

entre tú y yo, 

esperanza de trazar caminos

sintiendo el hechizo

de nacer

en esta muerte.

Enredadera

 

En este impas maldito

de tu sombra

con la mía, 

del amor mal entendido, 

he leído como ríen

los que nada tienen

en la lumbre.

Y sabiendo que mañana

pudo ser el día, 

en este impas

de volver a creer en el amor, 

dudo aún para saber

para qué sirve un corazón.

Veo los autos deambular

por la carretera, 

y el aroma que se ahoga

de un poema

crece como enredadera.

Cuerpo

 

Tras tu cuerpo, 

en la tensión del alma, 

me he encontrado

sin entender 

lo que siempre 

tras tu dolor

de corazón,

hizo diana.

Unidos

Nos mantiene unidos

la fiebre de esta locura llamada vida, 

el hechizo de la poesía, 

por mirarte y verte sonreír, 

tras aquel beso.

Nos mantiene en pie

los golpes de la guerra del día a día, 

de ser a pesar de todo, 

náufragos, victoriosos de las ruinas

hechas pólvora

de este mundo impío, 

y nunca entenderemos por qué 

pero seguimos unidos

a miles de kms, 

seguimos caminando en el éxtasis

que infesta esta lucha sin espada, 

y ser guerreros de un universo

que distan en nuestras sienes

de las olas del desierto, 

de las lluvia de arena, 

de las manos entrelazadas

buscando el Olimpo

de la resurrección y la muerte

por seguir vivos.

A pesar de todo, 

y sobre todo, 

en la basta galaxia de la literatura, 

donde deambula la confabulación

de nuestra existencia

que atesora un ahora eterno.

Tiempos resucitan

 

Los tiempos resucitan 

en el color de la ira

que nombró 

mi designio hecho paz, 

mis ojos cansados de llorar

han mirado a la cara desfigurada de la locura, 

y vencedor de la muerte, 

te he besado antes de besar, 

he sufrido antes de llorar

he amado tanto que me olvidé 

de amar.

Desilusión

La desilusión se instala

en cada uno de mis sueños, 

pero tras las nubes negras

he agarrado el aire 

con las manos cortadas, 

y amanecí con estos dolores, 

soñando un mundo mejor, 

teniéndote a ti, 

como bandera tras aquel paraíso

que nadie llegó a besar.

Tiempo pasa

 

Pasa el tiempo

y no tengo remedio, 

debería sentar la cabeza

pero mi instinto animal

hace que no tenga nada más

que la sombra de un sueño, 

que alfombra el poema imposible

que nunca podré escribirte.

La ciudad

 

Esta ciudad tiene un inmenso cementerio

de elefantes,

tiene un vomito celeste en cada acera,

desolación en los invisibles 

renglones de dios, 

esta ciudad vuelve cada día 

en sí misma

como la lava de un volcán agónico,

como los ojos de una dama sin rostro, 

esta ciudad, a la que amo, 

me encarna en las fauces de loba herida, 

y a cambio mi vida le doy, 

jardín de estatuas destrozadas,

flores sempiternas

de belleza fugaz, 

escaparate y lumbre

de la muerte que no espera, 

ciudad de enfermos

y orinales en los psiquiátricos 

cada primavera,

luna helada, 

belleza que no olvida;

nunca hubo más que debilidad,

horror, tu nombre muerto tras la luz, 

de cada estrella que ya no existe.

Brisa

 

Es incierta la brisa de tus labios, 

es todo una duda eterna, 

en un desliz del destino, 

tus ojos; la quietud

en un mar

donde no se envuelve en sí mismas

las olas.

Y los barcos encallan 

por las voces de sirenas

que se repiten en mi vida.

Tan débil y tan fuerte,

qué desconcierto a la muerte,

a la locura, a dios.

Tú, la que pierdo cada mañana, 

sabrás que no seré suficiente para ti

pero mi Universo

es infinito en este abrazo.

Torpe

 

Siempre he sido torpe,

lento, estúpido, 

pero, te aseguro que mi corazón

es eterno y honesto, 

tanto… que este mundo no entiende.

He sido un burdo bailarín

de noches opacas,

mas te aseguro que mis latidos

retumban 

bajos los sueños 

y crean abismos 

en la superficie,

de nostalgia.

Te quise,

Te quiero, 

Te querré.

Cita

 

Eres tan linda, 

que aunque a nadie va esta cita;

a ti te nombra.

Si nunca estarás sola, 

como prometen 

los que no saben jurar 

más que el tiempo, 

en las venas 

de cada exhalación.

Eres tan bella, 

dulce amargura 

de la luz apagada

en los que tu silueta en la barra

de esta cafetería

se vislumbra, 

hechizo y ensoñación

de rutinas y sueños rotos

que tu sonrisa vuelve a componer, 

vuelve a ser resurrección.

Aeropuertos

 

Más aeropuertos me aguardan, 

volver a nacer mil veces, 

en esta vida extraña, 

que por desgracia y fortuna, 

viví.

Me esperan más horizontes, 

pirámides y océanos, 

la belleza reside en paraísos desiertos, 

esos que la gente no entiende, 

donde la soledad

vuelve a renacer

circularmente 

como un precipicio

en lo que dura este poema.

Vida

 

Hacer de un poema, vida, 

tener de una verdad tu himno, 

no se puede entender la alegría

y el dolor, 

ser la luna en la mirada, 

decirlo todo y no decir nada, 

escribir para resolver

la ecuación de un mundo

enfermo.

Sin edad

Viejo sin edad, 

loco en un mundo de locos, 

triste caminar 

el que viaja

de la tristeza 

a mecer el cielo

en lo profundo de mis ojos.

Soy, inaudito caminante 

de la emoción contenida, 

que nunca era para mí, 

los espejos revelan mil mentiras

y la verdad más auténtica

es haber vivido 

todo lo que perdí.

Estoy hecho 

del lado oscuro, 

ese que no quieres ver, 

cuando me trabajé a mí mismo

y contra pronóstico, 

vencí a la locura que me mató

cinco veces.

Callé las amarguras, 

que fueron huracán

hasta pasar en un camino

sin pasado

y sin saber

que me conviene ante tanto temblor, 

sin ti, 

amor que tanto habré callado, 

ser peregrino solitario

de las horas en las que nunca se pondría

el sol.

Puede

Puede que todo sea

una bendita coincidencia, 

una maldita casualidad, 

el destino de los pasos 

que se barruntan, 

volver al barro 

es morir de nuevo, 

ante el ocaso 

de un mundo que se desploma 

en el papel.

La muerte puede llegar

a ser el Imperio

en el que orbitan las estrellas, 

y ningún científico

a ciencia cierta sabe el torrente

de sueños que están

impregnando el presente

y el futuro de cada realidad.

Lo que no se nombra, 

no existe, pero lo que existe

debe de tener nombre, 

y yo, en este café, 

te escribo para la posteridad

de la nada, desde donde vengo, 

tan lleno de ti, este vacío, 

que ni duele, 

el milagro de estar vivo es amar, 

como quien tiene 

la esperanza del sueño

del hombre despierto

que te ve 

entre tantas tinieblas y ruido.

Nadie

Nadie cree en mí, 

y los que creyeron, 

ya no conservan la eterna promesa

de sus labios, 

me queda ser el relámpago

en medio del desierto, 

ser y no ser, 

cuando el mundo vuelva 

a ubicarse a nuestro lado, 

cuando todas las ilusiones

como las olas 

en la costa de un mar negro.

Dijo Ella

 

Ni se te ocurra recordar mi nombre

-dijo ella-

peinándose en el espejo

y tras el huracán, 

vino el enfermo vaivén 

de emociones 

que queda al separar

la Antártida de los latidos 

de nuestros cuerpos.

Ya no hay nada más que miedo 

en estos ahogados corazones, 

y el amor es el motivo

que desdeñó a Cupido, 

por la Avenida 

donde nunca tuvimos nombre.

Alrededor de autos y asfalto, 

entre sombras y visionarios,

exploré errante

tras el vértigo de los años.

Ella me mató por dentro, 

yo la maté sin querer

hacerle daño.

Este beso

 

En lo que dura este beso

sabrás cuánto te he esperado, 

sabrás que el ansia 

amargó el mar de mi boca, 

sabrás que el amanecer

no entiende de destino, 

y es incógnita, el giro

de este milagro 

llamado existencia.

En este beso tendrás 

el amor en un ruido opaco 

de Júpiter con la luna, 

sabrás en lo que dura 

este dolor cuanto 

te esperé, 

hecho añicos con el primer sol

del verano.

En lo que dura este beso

sabrás que nadie controla 

nuestros locos corazones, 

y a la deriva 

en un kamikaze juego, 

te esperé, 

como el que espera en la estación 

otro beso más 

otro beso más tuyo.

Fragilidad

 

Somos frágiles en nuestra fortaleza,

debemos endurecernos

y nos ahogamos en un ronquido,

somos fuertes en nuestra eterna debilidad.

Y la locura que ronda

las visiones de siglos pasados, 

esas coincidencias 

de un destino pactado (o no)

que nunca dejará de volver a ser nuestro.

Que brote

 

Puede que brote el himno de mi corazón

en el compás

de este son absurdo. 

La libertad que le falta a nuestras alas 

es el eje motriz de la ceguera

que deslumbra,

y el himno de la canción 

triste de la esperanza

para volver a donde 

nunca quisimos.

Tengo la palabra

 

Solo tengo mi palabra

de sangre y valor, 

de valor y dolor, 

soy hombre de otros siglos, 

que me han expulsado

en este suspiro de adioses?

Mujer vístete;

iremos a bailar

el vals de los perdedores

que encontraron en nuestras miradas

el arcoíris

de todo lo que tuvimos, 

antes de fracasar en este estrépito

de vida.

Te soñé

 

Te soñé como poesía, 

y la realidad siempre

en todos los vertientes de vida, 

decepciona,

por eso, 

el arte es la mentira que nos acerca 

a la verdad,

y a cada paso, 

un libro de Galeano, y un café, 

que rebosa de rebeldía entre la ceguera;

te soñé como poesía, 

y me quedan estas manos

aquietadas por el sable del tiempo, 

de un alma en llamas, 

que encuentra en versos

el incendio de aquello

que no

fue nuestro.

Olas

 

Quieres saber cuánto te quiero?

Cuenta las olas, 

las horas

del prisionero.

Ella se fue callando lunas

en un cielo de nicotina y dolor, 

y no hubo despedida, 

aunque nuestros corazones 

eran guerreros por lo auténtico

de un mundo roto.

Ayer no era más que un hoy cansado, 

tan en vilo que el tiempo

fue arrastrando olvido, 

ella era la que perdí

en tantas ocasiones, 

mi forma de vivir, rota, 

y sediento de elixir, 

era incomprensible para ella, 

(la que sigo perdiendo 

en este verso)

Y el mañana no es más que mascaras,

un adiós que agoniza.

 

Mi forma de vivir, 

bohemio que yerra en locura

y genialidad, 

quiso ser desvío de la luciérnaga en las horas

de lucha en plena

soledad.

Esperanza

 

Espero que estés bien 

hace tiempo que no sé de ti, 

y el cielo se llena 

de golondrinas, 

aquí, las palmeras 

no dejan a veces ver el sol,

y la tormenta del corazón

se infesta de pena.

Espero que estés bien, 

la verdad es que el tiempo

es un niño que tiembla

en cualquier café de la ciudad, 

esta ciudad sin alma, 

el tiempo que nos separa

es la voz de poesía callada, 

haber aprendido a crecer

y creer que la verdad 

empieza cuando las emociones

se acaban.

Espero que estés bien.

Aquí tienes las postales 

de la estación

en un lunes sin más vida

que este presente 

sin postales de ti, 

ni cartas de amor.

Libres

 

Perderse en este laberinto 

de adioses, 

de despedidas y lunas, 

Simone de Beauvoir

abrió la ventana 

y un verano sin ti

es mil derrotas en el paraíso

de poetas hambrientos, 

de amores arrasados 

en el vals que se escapa 

por nuestros pasos.

Mañana cuando el sol

sea el cumplido de las musas, 

cuando me haya perdido tantas veces, 

en la vorágine del tiempo, 

puede que te encuentre

allí en la escalera de la Facultad, 

como cuando te soñé 

con los ojos abiertos, 

puede que sea un eterno regreso todo, 

donde la locura dio paso 

incierto a la muerte

tras el todos menos tú y yo, 

mientras agonizaba

la lumbre de parques y avenidas.

Fuimos libres, 

a pesar de todos, 

Libres.

Derrotas

 

Soy hijo de la derrota,

esa que no muestras.

La sal en las heridas, 

Sísifo jugando a la pata coja, 

al ver caer eternamente 

el destello de santa ansiedad

en mil heridas.

Lujo eterno de la quimera, 

de masticar el nombre invisible

del tiempo, 

soy la eternidad hecha momento, 

lúgubre camino

que siempre me llevará

a ti.

Luna que cae

 

Como la luna que cae

de tus ojos a mis ojos, 

como la espera inquieta

de nuestro corazón (…)

como la verdad que se siente

en mundo de máscaras y mentiras, 

teatro mal hallado

de la vida.

Cómo tú sin mí, 

como todos y nadie

en el lugar 

donde estaríamos

los dos.

Ave

 

Mañana seré un ave

cansado de tanto volar

sin nido, 

y confundirás mis alas

con las de un ángel herido;

ayer fue un hoyo profundo, 

un imposible sin luz, 

donde caminé tanteando

por la corriente, 

y una lágrima negra

no cicatrizará mi mejilla

para siempre.

Cuánto

 

Cuánto te he querido, 

vida pasada, 

aún estamos a tiempo 

de volver

eternamente a esos recuerdos…

Cuánto te quise, 

luz de luna

de un atardecer imposible, 

aún estamos a tiempo

de perder.

Qué es la vida 

sino

un retorno

que acecha a ser infinito (…)?

Amor con ojos abiertos

 

El amor, ese traidor

que me besa con los ojos abiertos, 

… lo nuestro, 

un mañana en el que te volveré a ver

envuelto tras la luciérnaga pérdida

que halló a dios en este infierno, 

quisiera darte tanto…

me veo no merecedor de cariño, 

al vivir en un eco circular de olvido, 

fantasmas que forjé 

en mi vida solitaria, 

quimeras de lunas rotas 

de una noche vacía, 

cuando cogidos de la mano

enarbolábamos la luz

haciendo hogueras en mitad

del frío.

Despertar

 

Sumergido en el sueño de despertar, 

la revelación de mi vida

en las ensoñaciones de sueños pasados, 

búsqueda sin haber encontrado 

nada más que la esencia

primigenia del trovador

perdido en el canto, 

huido en una perdida isla.

Así, revolucioné la verdad

hasta que fui dueño del destino del mundo, 

para despertar después

en una sala de hospital.

No diré nada de ser vulnerable, 

ya que asusta 

la luz de estos días, 

visionarios y ciegos.

Tantas cosas

 

Perdí tantas cosas, 

que ahora sólo me queda 

la ausencia del miedo, 

y correr firme en el porvenir, 

cuando nadie creyó en mí

para invertir

los delirios en besos.

Una muchacha se acerca 

de forma tranquila y estudiada

a mi alegre despedida, 

y yo, infeliz, no tengo más

que caminar a paso del barrunto, 

de las horas.

A veces tengo la sensación

de que todos saben de mí, 

y yo me ahogo en un mar de miradas, 

que se adentran

en esta noche 

oscura y larga

tras el vacío

de tu nada.

Delirio

 

Sentirte en un torrente de delirio,

da sentido

al trémulo temblor, 

y fuera, el mundo,

con su sucia bendición, 

de autos y facturas, 

no oyen los ruegos

de este pobre que te sueña,

con los ojos como cruces

de un cementerio.

La revolución prometida 

es caminar, 

en las venas perdidas del tiempo, 

cuando algunos gritamos 

para ser ángeles 

y rearmar la luz

en la revolución frustrada, 

de podredumbre y dolor, 

por las cunetas del éxtasis 

clímax de una lucha agónica, 

al otro lado de tu frontera.

Silencio

 

Sin más pasos que el silencio, 

mi soledad tiene compañía 

entre tantas ruinas, 

que no supe construir, 

y en esta vida que vuelve a mí, 

(sólo solos somos libres?)

cuando la melancolía, 

habla de la luz triste

de cada helado atardecer de julio, 

pero aún así yo no sé si soy fugaz

o un suicida de recuerdos, 

de la tenue luz que 

te nombra a lo lejos, 

ya no sé

cuando fuiste tú o 

cuanto te echo de menos.

Tormenta

 

No sé si habrá momento de tormenta, 

no sé si ya es necesario o si pasará algún día, 

pero estoy seguro

de que hay algo detrás de mi vida.

No sé si habrá un día 

en la incertidumbre de las horas.

Delito

 

Mi delito es ser libre, 

no tener patria, 

y no creer en la guerra, 

corazón peligroso que camina

en un mundo de fieras, 

piara sin corazón 

que encuentra ira, 

en mi transparente alma.

Mundo

 

Yo vine a cambiar el mundo,

y este mundo está tan desconcertado

al confundir mi corazón

con su viaje, 

al no saber cuál es la frontera

que choca con un sentimiento honesto.

Yo vine a soñar despierto,

esperanza de este hombre

que caminó en el ambiguo filo

de tu pasado y nuestro futuro.

Quién sabe si soy el que tiene 

el tesoro tras la puerta

de un mundo más justo

Quién sabe?

Yo vine a cambiar el mundo.

Mañana

 

Mañana…

             quién sabe mañana (…)

sólo hoy te digo

que me encantas, 

que no te conozco

pero eso me basta 

para decir que si hoy 

es todo lo que tenemos, 

siempre quedará el día

para que me enamores

sin palabras.

Mañana, 

            quién sabe del futuro (…)

dame la mano

que tiemblo de certezas, 

sé el letargo 

de esta espera 

sin cuartel, ni posada.

Quién sabe mañana; 

y al verte 

todo lo que he tenido 

en el hoy, 

en este instante

es el primer beso 

que es el último

rayo

que ciega lo que nos queda.

Lo que soñamos.

Indonesia.-32

 

Cuando mi estrella polar

guíe los pasos errantes

que siempre han conducido a vos, 

cuando el destino incomprensible

de azares como juegos en el cosmos, 

recreen la esencia de un cometa

en la nebulosa de Orión, 

ahí, perdido, me hallarás, 

por la encrucijada de habernos encontrado, 

tras la eternidad

de aquel segundo, 

en el cual el universo forjó

la prisión de nuestra libertad, 

y fuimos dos amantes 

que creyeron, y crearon

el más allá de ésta tierra, 

tras la estrella que se pierde en el horizonte, 

y en tus ojos 

la pude reencontrar.

Indonesia.-31

Me cuesta creer en la ventura

de las almas sin pasado, ni cumplido, 

cuando quise creer en la primavera, 

y ésta, fugaz, 

fue arrebol del viento

encrespado, 

para olvidar todo lo que quiero y deseo, 

Me cuesta creer en el futuro, 

después del oasis vivido a tu lado, 

tan fuerte que tensé 

la cuerda de la cordura, 

y creo en todos los finales 

como verdad permanente 

donde renace la vida

en algún lugar extraño.

Se aferra la luz de mis sueños

en los daños que se abrieron

y sangran, 

tu esquiva forma de besar, 

creencias de un dios encarcelado, 

creencias de un amor malentendido

y todo lo bello,

empieza a acabar.

Indonesia.-30

Sed de revancha

contra mi pasado, 

contra todo lo que no he podido ser,

y mañana será tarde, 

tarde, 

tarde.

Sed de creer en los sueños

que anticipan verdades de mi mente, 

de este presente

que me recuerda que el mundo va mal 

porque vencedores como yo, 

nos empeñamos en perder, 

siempre.

Indonesia.-29

Con la eterna lección 

que nunca aprendí 

pero por fin se me quedó, 

vuelvo, 

para dejar de mendigar tu amor, 

para pasearme por mis recuerdos

y sanarlos al pasar de nuevo, 

tras el aprendizaje 

de ser maestro de la vida, 

en un desierto de emoción.

Como quien escribe

la poesía eterna y abre caminos

en la foresta, 

así perseguí sin querer, ser querido, 

que alguien me entienda, 

pero después de todo he creído

en lo que nunca tuve, 

para abrazar el aire, 

y de recompensa 

darte de ofrenda, 

estos versos.

Indonesia.-28

 

Desde un hotel de cinco estrellas, 

descolgué varias luciérnagas

ante la bruma de tu pelo, 

desgasté la paciencia 

de los ángeles, 

y la locura de estos versos, 

hicieron crecer la sinrazón

de un mundo

que mentía a jurar que estaba cuerdo.

Indonesia.-27

 

La fuerza de tu mirada

se cuela por los entresijos

de mis sueños,

guardo en el alma un grito, 

la locura es el juguete

en los anales del tiempo, 

y la música el rugido de este, 

mi corazón.

Indonesia.-26

En el paréntesis primigenio

de entender que nada tiene sentido, 

que todo fue simulacro 

al borde del precipicio

de la vida.

Indonesia.-25

Mientras vibre el corazón 

habrá sentido en esta vida, 

lo que menos importa es el viaje, es el valor de hacerlo, 

lo que más marca es caminar distinto

entre tanta gente tóxica, dañina, 

mientras quede un latido en el corazón, 

habrá vértigo en mi voz, 

y viento que cicatrice las heridas.

Indonesia.-24

 

Yo no quiero amores, 

quiero cómplices, 

mujeres rotas que sanan 

las heridas con el bálsamo

del mar y el universo, 

libres de complejos y ataduras, 

quiero poetas que escriban 

la luz encendida

de lo que aún no nos hemos dicho.

Utopía que sirve para caminar, 

razón de amores

que se rebelan 

en un sin fin de estrellas.

Yo no quiero amores, 

quiero cómplices, 

que llenen de sueños

las noches en vela.

Indonesia.-23

Yo pertenezco  al infinito, 

y como tal soy libre.

Te pertenezco

si en tu mirada matas los miedos, 

y eres por fin tú misma. 

El calor de nuestras almas

se vaticina eterno,

si miras mi sueño 

como yo de certezas 

desnuda te veo, 

La inocencia de templar el quizá

con el ojalá

de nuestros ojos.

Indonesia.-22

Somos el tiempo desesperado;

el último segundo que vacila, 

la soledad del viajero

acompañando la violencia y el amor, 

en esta vida.

Somos la duda y el infinito, 

el último segundo antes de renacer, 

precipicio caído 

de los que han creído 

en que después de amores malditos, 

vuelve la vida a ser, 

Ser, como esencia del tiempo, 

como pasado indiscreto 

de una triste mentira, 

que merece la pena besar.

Partícipe de un cuento

que habla del firmamento, 

cuerpo y carne 

que lamenta nacer y maldice soñar.

Indonesia.-21

Las horas muertas, 

el reloj, sin tiempo, 

todo lo que dejamos por medio, 

la bandera de tu cuerpo

y mi cuerpo.

 

El viaje con final

que no tuvo retorno, 

el silencio de los secretos

que arden como ballestas

en el alma, 

nicho de nidos de alondras, 

que aprenden a volar a trompicones,

por un cielo de escarcha.   

La verdad que nunca te diré, 

habla de la muerte enamorada, 

de la locura que no entendiste

cual genio

que articula universos

dentro del infierno

que es el mundo, 

las horas quedas de la tarde, 

cuando todo es media tempestad

en tus labios besando lo efímero

de una canción muerta,

de un baile torpe

que fue nuestro himno.

Imdonesia.-20

 

Si me das un corazón herido, 

te lo cambio por el viaje

sin destino, de mi amor, 

y es que la luna tiene 

las manos del desconsuelo

que da luz, 

pero no lumbre.

Indonesia.-19

Mis alas de fuego

son las de un gorrión 

que abandonado 

alzó el canto silencioso de la noche, 

crucé la oscuridad del tiempo, 

y mis alas rotas

volvieron, cada día, 

a resarcirse.

Vengo de un mundo

que yace en el tiempo infinito, 

y vuelve a mí, 

y vuelvo a ti,

cada día sin tiempo

ni olvido.

Indonesia.-18

 

Más tirado que un perro

con galones de rey de la manada.

Ya no creo en las derrotas, 

y eso, me hace vencer a la muerte, 

y ser real.

No me caso con nadie, 

tengo un universo dentro;

corona rota pero, en lo alto, 

soy uno más entre los que sobreviven 

entre 

los muertos,

soy un muerto que resucitó

de su pasado.

Indonesia.-17

Miradas indiscretas

que tropiezan con el cielo, 

del nunca pertenecer, 

de no importarme nadie, 

y que nadie le importe

todo de mí.

En esta estación lejana, 

planteo

la huida perfecta, 

cuando tú, harta de tu vida, 

lloras la eterna canción

de las lágrimas

que no valen la pena.

Indonesia.-16

 

Era tan hermosa

como sentir el mundo

en este palpito,

el derecho de ser libre

cuando fuiste de ti mismo, 

un esclavo, 

el “nunca más” llorar

por alguien que no te mereció.

En este paraíso desierto,

-era tan hermosa.-

que yo no entendía 

el regalo de sus ojos 

ni su amor.

Indonesia.-15

Cómo hablar del deseo y el amor, 

si tengo el tiempo

limitado entre mis manos, 

al leer estos labios

hechos a las heridas del tiempo, 

Tengo la duda y la fe, 

que sostienen el sortilegio

de un universo

entre mis sienes, 

pero amansa un desierto bajo los pies.

Indonesia.-14

La vida, ese laberinto 

en el que entras y no sabes bien, 

cómo salir, 

es algo así 

como cuando no sé despedirme

en el funeral de la memoria.

La vida es 

una acérrima nota de desconsuelo, 

en el gin tonic del ahogado, 

la vida atesora ese instante en el que fuimos eternos, 

y por el cual merece la pena

haberla vivido.

Indonesia.-13

Tu mirada de papel mojado, 

tu risa como canto herido, 

en Yakarta, 

tu infinito que se pasó

al cruzar mi mirada, 

tu cansancio sintiendo mis ganas.

Tu herida en el alma, 

que invisible es la cicatriz del mundo, 

la poesía en mi vida fracasada, 

al no entender tanto olvido, 

tus ojos de razas aborígenes 

y piel intocable, 

tu cultura hecha fe, 

tu fe; consuelo del caminante, 

te escribo 

con el mundo a mis pies, 

y el pasado acunando mis torpes huellas, 

como un niño recién nacido, 

ahogo este grito, 

nadie me ve, y me siento libre, 

como cuando contigo, 

compartí la soledad, 

fuiste el temblor de un ave de paso, 

si entras por la ventana de mis ojos, 

el amor es una habitación

que tiene fácil la entrada

y tan difícil 

mi salida.

Indonesia.-12

 

Yo cuidaré del sol, de la luna, 

del viaje a cualquier parte

por mi presente, tras tu pasado, 

tú sueña conmigo,

para volver a pasar en algún  resignado siglo, 

del brazo de un buen muchacho, 

Yo cuidaré de los relámpagos del tiempo, 

de amores cenicientos, 

en los bares donde no te hallé;

encontrándote, 

duerme sin desvelo, 

ante el insomnio que da la vida y mata, 

como ese imposible que cansa, 

cuando no te besé.

Y aunque las palabras sobren, 

me aburriste como distracción, 

conténtate con aquel, 

viviendo al filo del miedo, 

y siéntate 

que la magia de la vida, la vivo,

y soy yo, quien la creo.

Indonesia.-11

Todo lo que hemos tenido

vuelve a comenzar

cada día, 

la vida es un pez que nada

en círculos 

por el lago

estancado de nuestras cenizas.

Y aunque puede parecer loco, 

perdí la cordura

por desamor a un mundo que amaba, 

tendré que dejar de querer

y ser yo, 

para demostrarte que el fracaso

en la locura es tu ridícula

forma de tachar mis palabras.

Indonesia.-10

Maestro, llegó la hora

de que el alumno demuestre

que también sabe soltar;

que no preguntar

después del choque frontal 

de mí mismo 

contra el miedo del Universo

no es de couch, 

ni de charlatán, 

ni de “maestro”

(Aunque todo te lo agradezco)

Indonesia.-9

Amanece en esta selva de palabras sordas, 

de silencios que hablan de vos, 

-sí, me tuve que ir-

porque detrás de cada huida 

me esperaba a mí mismo, 

con una sonrisa 

ante el abandono, 

de buscarme entre tanta gente, 

tras tanta distancia, 

que lo que no comprendes de mí, 

es lo que te falta;

esta magia de versos 

que cambian poco a poco

el mundo, 

y si no los oyes, quizás te arrinconen

en el vacío de emociones, 

donde poco a poco mueren 

poniendo una vela 

tal vez a este loco santo de tus pecados

que nunca 

nunca 

dirás.

Indonesia.-8

El enamoramiento es libertad

por la vida, 

o la más cruda cárcel.

Porque detrás de cada huida

-estaba yo-.

Indonesia.-7

El amor es un pulso

contra ti mismo

por entenderme a mí mismo.

EL 16. Indonesia.-6

 

El 16.

En tus ojos de sombra

adivino el desvelo del porvenir, 

cuando se para el tiempo cada mañana, 

y en esta parada, cruza mi corazón 

como quien tiembla en pleno edén, 

a través de tus ojos pequeños

tras esas gafas, 

y se avecina el bus 16.

Dicen que en Tavernes Blanques, 

nace o muere mi paraíso, 

pero en la parada, 

si eres real, serás, 

por siempre bella, 

de ti a mí, de tu coqueta

sonrisa risueña, 

en la celda de nuestra libertad.

No sé tu nombre, 

quizá si conociese tu realidad, 

un solitario gorrión reviva tras su tristeza, 

profesora de lengua

como mi truncado futuro-te imagino-, 

tiñamos de poesía esta rutina

sin sentido,

hagamos el amor en la distancia, 

que nos imponen maldiciendo

la injusticia de un viaje sin fe, 

si tú por siempre serás

mi secreto 

al pasar el bus 16.

Esa sonrisa invisible en tus labios,

que no cuenta tu miedo al hablarme 

en silencio, 

la luz de tu cansancio, 

es el faro de esos hoyuelos, 

mi amante invisible  

cuando llegamos al destino

con la jornada de trabajo 

y la recompensar de volver a ver a ti. 

Indonesia.-5

 

Lo peor del amor

cuando acaba, 

es que se nos queda

para la posteridad 

el pasado.

Indonesia.-4

 

Doy una vuelta a la rueda 

y sonrío salvaje

ante tanto abandono, 

porque soy maestro de vivir al límite

de una mente

que siguió 

los designios del destino marcado, 

por ejemplo;

diseñar a ciegas 

en el mapa 

de mis dedos, 

un corazón roto.

Indonesia.-3

 

I watch your eyes

and the borders no exists, 

but I have a way, my way, 

I am the wind what leave

a old song, 

maybe the song talking

about the impossible of the love, 

the song that I say I am slave of my freedom

this freedom that hate me.

Indonesia.-2

 

Quisiera escribir una canción, 

cuando la inspiración se cuela

en las verdades a medias, 

en los días en los que 

el contraste de esta luz, 

nos eclipsó.

Indonesia.-1

 

Contigo soy guerrero de coraje, 

aunque no sepa dónde irán los poemas

que escribí en la oscuridad de la noche,

una niña me mira, 

y se cuela la luz del mundo en nuestros rostros, 

abajo el desierto de Arabia, 

dentro mío las luciérnagas

que dan lumbre 

a tus ojos.