Hace tanto que esta cabeza rota por el destino
de caminos cruzados
no deja de pensar en lo que no fue
para dejar, por siempre, de ser
que
dando tumbos me encontré con el camino
y al observar vi los ojos de mí mismo,
la belleza robada
en el suspiro de vida que nos tocó
vivir.
Hace tiempo que la lluvia de la verdad
en mis pasos
se volvió mentira,
que el mundo se quedó sin poesía.
Que no podremos ya volver a ser.
Volver a ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario