miércoles, 6 de agosto de 2025

Sabina

 
Quien te haya conocido 
y se haya visto reflejado
tras una letra tuya, 
una metáfora de viaje
hecha paisaje 
                     de bar, 
                               noche
                                        ciudad, 

Quien haya compartido
tu literatura, artesano de canción
de arrabal 
y deseo sin salida, 
sabrá,
flaco Sabina,
 
cuanto te admiramos
y queremos.

Has dado luz 
a varias generaciones
de la patria de nuestra lengua, 
pues sabrás Sabina, 
que nada es tan importante 
como Vivir,
así que dejemos a la muerte,
y a la desilusión 
que vaguen cual pájaro errante
en Calle Melancolía, 

porque feliz soy 
al ver coincidido en sueños
con ese maestro, 

el flaco Sabina.

Joaquín Martínez Sabina.




La vida

 
La vida es un beso a medias
quitarnos la ropa rápido 
para recordarlo lento, 
la vida es el deseo 
que sentimos tan ausente, 
la vida es un constructor 
que edifica el paseo de aquellos recuerdos,
allí donde nos perdimos, 
y por deber de arte moral
no deberíamos volver.

La vida es el tiempo que se escapa
haciendo cosas para que se escape
la vida,
la filosofía de no saber nada, 
la vida es una sociedad que lucha 

entre la humanidad
y lo salvaje, 

que se aferra a idealizar el mundo
imperfecto, breve y ruin.

La vida es el latido de un corazón 
que busca el otro,  
es también, un solitario que se conecta 
con el mar y las montañas, 
la vida es el tesoro que tenemos al lado
y no nos damos cuenta, 

porque la vida lo es todo
y a la vez 
es nada.

En realidad, no sé que es la vida, 
si la tengo que definir,
pero si la vivo sé lo que es.

La vida es precipicio de una emoción, 
la vida es un viaje por la mente
que sangra, lucha, pervive

para la vivir (libremente)
para 
creer 
crear

amor.









Soneto (intento)

 
En los pasillos de una casa ausente
brotan las presencias que fueron luz de recuerdo, 
renace de las ceniza una sombra de muerte, 
y callo el grito loco de aparentar ser cuerdo.

Anida el desconsuelo entre las ramas 
por pájaros que van llorando tras la partida mía,  
mientras el aire se huracanea en tus pestañas
aquella vez el tren no vino, -y yo te besaba en la vía-.

Los que creen llegar antes, deben esperar
a la tortuga que corre con ilusión, 
ya me exilié de escritores que juran el mar,

para vomitar y que se repita la misma canción, 
será que no cesamos en la búsqueda de buscar, 
será que no sangra de tantas puñaladas el corazón
(...)







La meta

 
No sé si llegué a la meta 
o no, 
me contenta un abrazo, 
una siesta tranquila, 
una bicicleta al país de los pasteles de nata, 

sí, no sé si llegué a la meta, 
pero aún guardo la inocencia en esos ojos
de la espera
cansada de esperar.

Desde este block donde apunto 
las arrugas de tu cara
al sonreír, 
enumero las ocasiones perdidas
que me han hecho valiente,
 
descifro belleza en la locura, 
sé bien lo que digo, 
besé con los ojos abiertos 
a la muerte.

No sé si llegué a la meta
o soy hijo de una generación ausente,
que esperó del padre que no existe
el hijo que no viene, 
soy solo kamikaze amordazado 
que grita libertad entre los dientes.

No sé si llegamos a la meta, 
aunque aún hay tanto por lo que crear...
tantos libros que leer, 
tanta poesía en la que soñar, 

que en el desconsuelo de mi barrio
hay quien ya va a las barricadas 
a hacer frente a especuladores y corrupción
para clamar al asfalto
la lucha contra los de siempre 
que han querido hacer imposible
la utopía 
que es realidad

detrás de estos versos hechos
de rebeldía y
amor.

 







La luz de las estrellas

 
Ten a buen recaudo esto que te escribo, 
garabatos de ensoñación tras el cristal
tras el que la ciudad 
pudre su grito a medio camino del asfalto
y la guerra, 

guarda esta misiva de paz
cuando el amor ya no baste
y Lorca no nos dicte desde el parnaso
la ciencia exacta desde donde 
mana sentido 
la luz de las estrellas.

Y en un acto rebelde de ripios 
y verdades a medias
solo sé que llegue a límites de la razón
cuando, la verdad, no tenía razón de ello, 
apretaba el gatillo
y salió una flor, 
miré los ojos a la muerte
y cual Casandra vaticiné la vida eterna
en esta existencia de buscar 
o no 
a dios.

Guarda este poema cuando estés triste, 
cuando ya no sepas a dónde caminar, 
la vida prometida 
dejo hace años de ser promesa
y es penitencia
en este viacrucis de personas sin alma
que buscan en el cuarto de baño 
de una discoteca
un gramo de felicidad.

Para ver el fantasma que los habita, 
por no entender 
solamente eso...

que la vida es una cuestión de actitud
antes de arrojarse a las brasas del mar.







Insomne


Insomnio de horas muertas
donde revive la magia y la ansiedad, 
la locura y el genio, 
me levanto con el calor del verano
y un hilo invisible me conecta
con los amores perdidos
y el afán de sus cuerpos.

Vivo más que duermo
en este insomne día de noche aciagas
y lánguidas, 
cuando se precipita la rutina 
por los anales del tiempo, 
y no tienen remitente las cartas 
enviadas a lugares donde fueron felices
aquellos fugaces deseos.

Como si un poema fuera suficiente
para hallar(se) 

para encontrar la felicidad (..)

en un mundo de prisas y sin cielo, 
me ausento cada noche en la cintura de las estrellas
para escribirte lo que nunca te diré
en estas palabras

en estos
versos.


domingo, 3 de agosto de 2025

Arte de lo inmenso

 
El mar es el arte de lo inmenso, 

aMArte.




Las 7

 
Son las 7 de la mañana 
de un domingo de primeros de agosto, 
escucho música acústica
y pienso más en el desayuno 
que en vaciarme en un poema, 

pero aún así extraño la libertad
aunque la tenga guardada en mi puño
-que es una cárcel-

y ella se evapora como los deseos,
como la luz.

Será que la libertad
es ser conscientes de nuestros límites 
y del regalo de estar presentes, 
de soñarte como la primera vez
en el paso del tiempo y su mentira, 

son las 7 de la mañana 
y este agosto se presenta insomne
y febril
porque 
extraño a la libertad

porque te quiero.
Sin saber querer, 
ni saber lo que siento.




Idiotas

 
Tanto idiota hay que soportar,
que la epidemia
está infestada de quienes te quieren mal, 
y te dan el beso de judas
antes de matar.

Tanto idiota hay que soportar
que puede que yo sea el primero
y al creerme inmune
doy pie en magnificar mi leyenda
de loco romántico
... e idiota
en tus fiestas de guardar.

Tanto estúpido y estúpida
que confundieron
producir con emocionarse, 
que son juez y parte 
de un teatro maldito de apariencias, 

y es que a veces
me dan ganas de darlo todo por perdido
o simplemente
sentarme en el banco de la Plaza del Mercado
reírme
y suspirar

por la plaga de imbéciles 
que pueblan la ciudad.






La vida me mata

 
La vida me mata, 
pero no te preocupes, 
yo estaré bien aquí, 
la vida es una espera
de la que guardo, lo confieso, 
una mínima esperanza, 

yo estaré bien aquí.

En un viaje sin reglas, 
en el límite de una canción, 
en el grito que nos persigue
de aquel poema.

Allí me hallarás.

Los sueños se pone en pie, 
y yo con la cabeza entre las nubes, 
cuándo fue que ya te diste por vencida?
y solamente no nos queda más 
que apego a la vida,
y seguir (...)
algo único y tan jodidamente bello
como seguir.

La muerte a veces, nos da vida.
Y la vida nos mata, sin querer
al querer.




Todos somos migrantes

 
Todos somos migrantes

no quieras hacer de la moral, 
de lo nuestro o lo otro, 
del bien o el mal, 
la verdad de gente que sufre 
al encontrar las puertas cerradas
y los brazos en defensa, 

todos somos migrantes

que caminan por las dunas del tiempo, 
en la playa donde demasiados cayucos
han quedado varados en el mar.

Todos somos migrantes

que queremos sobrevivir
aunque la tierra prometida no exista
y echar raíces 
es besar al aire, 
llorar sin remedio 
cobijada en un velo, 
y el canto de los Andes o el desierto
es mudo, 
donde los sueños despiertan
tras el desamparo de quien 
no tuvo otra oportunidad.

todos somos migrantes

en busca de dignidad
encontrando la tolerancia vacía
de una sociedad sin vida
que ve diferente y peligrosa
la diversidad.

todos somos migrantes.



Aprender a correr

 
La mañana me sorprendió
en el frío de este caluroso agosto, 
y me di de bruces con los versos que no te escribí, 
con la raíz rota del árbol que de niños nos protegió
de la tormenta.

Hay tanta gente, que lanzada a su suerte, 
se mantiene en pie pero no vive, 
que la noche llega poco a poco
en esta habitación que es la Vía Lactea
de mis sentimientos, 
tan parecidos a los del resto de humanidad...

La mañana me sorprendió
con las manos agarrotadas
y llorando el desconsuelo
de tenerlo todo, y qué más debería de ser
para sentir?

Una canción de guitarra recorre mi frente,
y aunque estemos ausente, 
sé bien que es difícil estar al lado
de alguien como yo, 
que solamente, 
aprendió a correr.


No, no morirá

 
No, no morirá la poesía
porque estamos hechos, no sólo de logaritmo, 
sino también de imaginación.

No, no morirá los versos benditos
que me dan forma;
que nos besa en la distancia
a los dos, 
porque el tiempo es el consuelo
de lo incierto, 
la raíz cuadrada donde crece el árbol
de la vida.

No, no morirá la poesía, 
porque es espejo de amor y odio
porque es paisaje nuevo
en este desierto que hoy nos inunda.

No, no morirá
porque la herencia de las palabras
quedan en el nicho de la vida
como Prometeo que rescata la llama
y te la entrego en unos versos
que sólo quieren decir:

Amor, luz, oscuridad, muerte.
No, no morirá la poesía.

Este nuevo amanecer

 
La luz de tu mirada
quedó en fuego apagado, 
en desvelo de mis noches en vela, 
en tierra ofendida por ejércitos que nos ganaron.

Pero no me pidas dejar
de ver lo que ve tu mirada,
porque el tiempo arde
en esta encrucijada de mañanas
sin día;
de amor entre palabras
de felicidad maldita.

La luz de tu mirada
es un ave
que trepa en el efímero
pero insistente amor, 
saber que no queda más que lo que se perdió, 
luceros de tus ojos
con mis ojos ausentes.

No quisiera dejar de mirarte
y dar forma a todo lo que te creé
porque la fe que te tengo
es el bastión del cielo, 
las primeras sombras
de este nuevo amanecer.




Volver a ser

 
Hace tanto que esta cabeza rota por el destino 
de caminos cruzados
no deja de pensar en lo que no fue
para dejar, por siempre, de ser
que
dando tumbos me encontré con el camino
y al observar vi los ojos de mí mismo, 
la belleza robada
en el suspiro de vida que nos tocó
vivir.

Hace tiempo que la lluvia de la verdad
en mis pasos 
se volvió mentira, 
que el mundo se quedó sin poesía.

Que no podremos ya volver a ser.

Volver a ser.