lunes, 23 de septiembre de 2024

El mañana

 
No eres más que el sueño y la duermevela, 
la margarita deshojada, 

el infierno domado con sutileza, 
no eres más que alegría muda, 

si es que hacer de una sombra, destello, 
es encomendarse a la luz 
en la hoguera de un bosque frondoso
en medio de la madrugada.

Cuando tengas la edad en la que todos 
pasaron de largo
por sus convicciones y anhelos
y la belleza solo sea un recuerdo, 
recuerda, 

siempre tendrá presente el que escribe
-el que desliza una pluma en el pergamino
tachado del destino-, 
los sobresaltos y zancadillas de un dios 
con una venda en los ojos, 
y no eres más que todo y nada, 
que la poesía cuando menos te lo esperas, mata,

y nuestro tiempo ha pasado, 
como las nubes pasan tras un día lluvioso, 
y en los semáforos aguardan con gabardina y diario, 
nuestro asesino, llamado; 

el mañana.







No hay comentarios: