lunes, 23 de septiembre de 2024

El cielo y la mar

 
Entre un torbellino de silencio
mi vida avanza pasos atrás, 
sin encontrar lo que he buscado
tanto tiempo, 
la luz de la noche
me enseñó a caminar.

Y es que mi helado corazón
no entiende de leyes ni mandamientos, 
sé que no hay patrón para la poesía, 
ni en esta vida
guiones que desenmascaren la realidad, 
el amor es un ciempiés arrastrado
en el tiempo
de las vías ciegas
con dirección a no se sabe 
dónde irán.

En unas horas me iré a un viaje sin destino, 
pongamos que soy peregrino
y mis pies la patria
donde hecha raíces
el cielo 
y la mar.




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