Soy hijo de la derrota,
esa que no muestras.
La sal en la herida,
Sísifo jugando a la pata coja,
al ver caer eternamente
el destello de tanta ansiedad.
Hijo eterno de la quimera,
de masticar el nombre invisible
del tiempo.
Soy el infinito herido,
oscuro camino que siempre me llevará
a ti.
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