Ayer no era más que
un hoy cansado,
tan en vilo, que el tiempo
fue encarándose al olvido,
y en ella, la que perdí
en tantas ocasiones (...)
Mi forma de vivir, rota,
y sedienta de vida,
le era incomprensible,
(la sigo perdiendo en lo que dura
este verso)
y mañana no es más
que un adiós que agoniza.
Mi forma de vivir
bohemia, que yerra en la locura
y la genialidad,
se desorienta tras la luciérnaga
de las horas,
y toda la lumbre atesora exhalación
de lucha en plena
soledad.
Hoy no es más
que un mañana que no llega.
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