Viejo sin edad,
loco en un mundo de locos,
triste caminar
el que viaja
de la marginación a mecer el cielo
en la profundidad
de tus ojos.
Soy, maldito caminante
de la emoción contenida,
la que nunca era para mí,
los espejos revelan mil mentiras
y la verdad
más auténtica
es haber vivido
todo lo que perdí.
Estoy hecho
del lado oscuro,
ese que no quieres ver,
cuando me trabajé a mí mismo,
y contra pronóstico,
vencí a la locura que me mató ya
cinco veces,
las amarguras tras el torbellino
sin pasado
y sin saber que me conviene
entre tanto temblor,
que tanto habré callado,
por ser peregrino solitario de las horas
donde nunca se pondrá el sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario