Yo vine a cambiar el mundo,
y este mundo, desconcertado,
confundió mi corazón con un viaje,
al no saber cual es la frontera
de la honestidad de estos pasos.
Yo vine a soñar despierto,
esperanza de un hombre
que caminó en el ambiguo filo
de tu pasado y mi futuro.
Quién sabe si detrás de la puerta
se esconde la luz de un otoño
más justo,
en este mercado que es el mundo
en el este juego de máscaras
donde me camuflo
y te oigo respirar
como el vaivén de las olas
en un puerto sin mar.
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