En el viaje del pasado que nos queda por vivir

 

En este viaje, qué decirte,

me dió tiempo de pensar, entender,

y escribir mucho,

para confesarte que no estuve preparado,

pero la duda y la certeza

de mi amor 

es el trago amargo

de la madrugada en un aeropuerto,

de mi soledad que a nadie busca 

pero te encontró 

y vivió el año y medio más feliz

de mi vida.

En este viaje aprendí

que no existen los finales;

el aroma a eternidad

convive con cada recuerdo.

No dudes que el dolor nos ayuda

a crecer,

que la felicidad deja heridas a terceros,

que ni sabremos alcanzar 

cuánto nos echaremos de menos.

Me has dado tanto...

que todo te entregaré en el pasado

que nos queda por vivir.

Inocencia

 

Ese manicomio que es la vida 'normal'

allí fuera,

está lleno de emociones reprimidas

cuando se perdió toda inocencia.

(Lo escribí en el manicomio

del manicomio)

Canción del recuerdo

 

Tu recuerdo es el destello

de oración fatigada,

de cargar en las espaldas

tanta incomprensión.

Tu recuerdo grita

en mi sien cada mañana,

y entre las montañas

de los fríos Balcanes,

sale, por fin después de la noche,

el sol.

Un tren cabalga por las vertebras

de las cordilleras,

lento, hace del olvido,

canción de raíles y metal,

mi corazón no entiende

de alegrías, ni de penas,

sino cual enredadera,

narra el sueño perdido,

por el cual 

siempre, en tierra extraña,

te volveré a buscar.

Algo

 

Algo nos rescata

de quemarnos en la lluvia,

de ser carne en las fauces del loco,

algo queda en los posos de café,

en el destino del viajero,

que antes de ser preso,

creció en su luz 

entorno al fuego

y sus despojos.

El azar de la luna,

en mi iris de ojos inquietos,

algo nos deja la verdad desnuda,

de olvido maquillado

por noches búlgaras.

Belleza y paisanaje

 

Una vez más pierdo 

lo que munca tuve,

Artista que murió de ego 

y se rehizo en talento.

Pintor de una sociedad mercantil

y sucia,

(un gato junto a mí se estira)

Y los delirios del pasado,

es belleza y paisanaje,

que los poetas de hoy

no llegaron a entender.

Daño

 

Te hicieron daño

y pagas con el mismo dolor

a la siguiente alma,

hay luces de personas salvadoras

que gritan en sangre, 

ya no más!

a esas tenemos que atender,

sino,

demasiado tarde será

y el mundo se habrá convertido

en un cementerio de sonrisas

amputadas.

Tengo

 

Tengo todo lo que perdí,

abrazo lo que no tengo,

soy para nunca más ser,

un presente sin futuro,

un ayer de este tiempo.

Vivo por intuir que quien

resiste con dignidad, vence.

Desmayo mi verdad al saber que

ya no confías en mí.

Tengo lo que sufrí.

Sueño lo que sé

que nunca alcanzaré a ofrecerte.

Desde una ciudad cualquiera

 

Desde una ciudad cualquiera;

¡soy alguien!

Desde mi atardecer de otoño;

¡Vuelo alto!

......

Y tengo la témpera de la luz

en mi sonrisa anestesiada.

Tantos años tras la locura

de genio incomprendido.

Ademan de ser brisa

que quema en el fondo de mi rastro.

Desde una ciudad cualquiera,

amé y sigo creyendo.

La lluvia es triste sin ojos

ni el arte arrinconado en cada uno

de nuestros tormentos.

Destino lejano

 

Un gato acompaña mi soledad,

testigo de las idas y venidas 

del viento,

al ser libre sin entender a los demás,

ella quizá me eche de menos.

(...)

me odiará por creer 

que no la extraño,

pero llevo en mí

la entereza de estar roto,

y que haya formado parte

de mi aullido, del huracán pasado.

Nadie, pocos entenderán 

mis ganas de partir,

para despedirme

de lo que nunca he podido ser 

contigo.

Lejanía que es

reencuentro con los fantasmas

del desencuentro,

que cercenaron mis alas,

y me hicieron no entender

el espejismo de pertenecer a algún lugar,

a algunos brazos.

Gente envidiosa gritaba 

en silencio,

pero tenía y tendré algo que demostrar,

que el destino de este beso

era para ella.

Lágrimas

 

Mis lágrimas son secas,

si lloras, lloraré,

si ries, reiré,

así de simple.

La lección de la vida,

como todo nacimiento,

viene de los llantos

del tiempo,

que se rompen en delirios

y lágrimas secas,

como la marca de tu letra

en mis mejillas.

Veliko

 

Tengo un alma llamada

Veliko Tarnovo,

esencia de trotar por caminos

como un caballo

nostálgico y loco.

No sé de tus labios,

sí de tu incomprensión,

Con pasión de la compasión,

de tu pasión guardada.

Para que alguien vuelva de mi viaje,

sepa tanto como mi sabiduría,

Te entregué la luz

que arde dentro.

Tengo un alma llamada,

Veliko Tarnovo.

ver- dad

 

No hay más loco

que el que siente sin ver.

Fuimos más fuertes

 

Ha sobrevivido el poeta que dentro

me habitó en los siglos 

de mis sombras,

porque no maté al niño que soñaba

despierto 

en cada despedida

del tren de esta 

existencia.

Y aunque sé que el mundo 

no entiende

a razones,

nos volveremos a encontrar

en el mismo lugar donde

el desengaño nos encontró,

pero nosotros fuimos más fuertes.

Lucha de la poesía

 

Hacemos tantas veces el amor

con nuestros recuerdos,

que el presente es Frida Khalo desoyendo 

el artificio de la luna,

es huracán del tiempo

y mares que nos trajeron

en cada viaje.

Es la nostalgia de una tierra 

que no nos pertenece.

Queremos ser de luz,

pero nuestras sombras proyectan 

el amanecer del principio de los mundos,

voces sordas de las estrellas

y la guía polar que nos condujo

a la lucha diaria de la poesía 

frente la fuerza.

En qué momento

 

En qué momento perdiste la inocencia,

y ahora la fuiste a buscar entre las ruinas

de un pasado 

desandando al futuro

que nunca alcanzaremos.

Cuándo, dime, cuándo,

perdiste la noción de las primeras veces,

en la taberna de la luz,

en el autobús lleno de carne hacinada,

que atraviesa mi cuerpo y tu destello,

tan fugaz, 

como permanente en la memoria

y mis manos que,

aunque, acaricien otras sombras, a ti,

siempre te reclaman.

En qué momento 

escribiste con tinta de nube

la palabra prohibida,

esa que nunca te atreviste a trazar

y nos une

como a dios y el destino.

En que momento, cediste a la pesadilla

de los sueños de los mayores 

sin edad,

creciste tanto que ya no viste tus pies,

y la raíz del tiempo y el espacio,

nos maldijo

para siempre.

Siluetas

 

Miradas perdidas al fondo de mis ojos,

que buscan la razón de estas manos,

también cansadas de encontrar lo nunca hallado.

Llenas de siluetas que hablan de nosotros,

dos desconocidos que fuimos luz,

(tarde, demasiado tarde)

pero nos alumbramos al calor

en el tiempo de antorchan en pleno diluvio,

de la locura y los besos que le pertenecen.

Tras el amanecer

 

El frío mana de la lluvia de estos párpados,

péndulo de la lucha en la que cada día

se eclipsa la verdad

de corazones maltratados,

que viajaron del olvido

a la noche infinita,

tras el amanecer.

Bulgaria

Volver es entender que nunca te has ido,

mil maneras, como lenguaje,

de abrazar el silencio.

Silueta de torres y caminos

donde tu cuerpo empieza 

a ser mi cuerpo.

Volver es la vida, tan inútil,

que tiene miles de cometidos,

y el más claro es un presente

arrinconado entre la quimera y lo real.

Volver es creer que sigo perdiéndome

contigo,

encender una vela en un incendio,

luchar con espada de papel,

besar los labios sin tiempo,

entender que el viaje del ahora empezó ayer,

y que nadie es todos,

menos tú.

Palabras y locura

 

La genialidad es moldear de palabras

y conocimiento a la

locura.

El Sur

 

El Sur tiene el embrujo

que el norte predica

en bibliotecas,

yo leí a los clásicos,

pero un suspiro suyo

me bastó

para no ser dueño de nada

y tenerlo todo,

El norte espera mientras el Sur,

atesora el oro de lo perdido,

que anhela mis ojos.

.

Edenes

 

El edén de un paraíso desierto,

ese que habla de mi dolor junto a ti,

arte de desalentar las estrellas,

edén de tiempo dormido,

de todo viaje que supone un regreso,

de todo amor que no muere,

aunque se muera.

Edén de soles dormidos,

de heridas abiertas,

de caminos por andar tan conocidos,

de abrazos con los brazos 

de las preguntas

que les faltan eternas respuestas

(...)

La tristeza

 

La tristeza tiene ojos

claros y ciegos,

de muerte y vida,

adicción y amor desolado,

La tristeza

tiene tu rostro 

y mi sombra.

Entre líneas

 

Entre las líneas del Coran

se escribe la historia,

anclada en la Historia,

y Occidente da la espalda

tan deprisa que se olvidó

de crecer.

Entre las líneas del Coran.

Alma de tu pelo

 

Quisiera escribir

una canción prendida del alma

de tu pelo,

decir algo así como

que la luz de tu sombra

es mi reflejo,

mortal que tira de las barbas a dios.

Quisiera esculpir la idea

que se escapa de lo que no tengo,

maldición de entender el corazón

y el tiempo

en este suspiro de vida.

Magia

Mago de hacer del pasado,

poesía,

vino de la nada,

vino de uva podrida,

mago de pintar estaciones de sol

en canciones

tanto tiempo

dormidas.

Poética

Poética del tiempo y la razón,

español mal hallado,

que lo traduje a mi Biblia,

Destreza de un huir de una prisión

blanca,

como blanca es la hora

de nuestra desdicha.

Para peregrinar feliz,

sin más equipaje

que el tiempo entre los labios,

lo que otros soñaron,

te lo entrego a ti,

lo que otros callaron

lo desvela hoy

mi roto pasado.

Miraré al Sur

 

Miraré al Sur

en mis desvelos,

cuentos que con las cuentas

de los magnates de la ilusión,

se olvidaron

de este viejo joven poeta,

que escapó de la palabra

Resignación,

quemando banderas

en cada frontera que tenga la ley

de una libertad caduca.

Creencia

 

Si crees en la vida 

más allá de esta vida

maldita,

mírame,

y existeré contigo.

Luces calladas

 

Los neones anuncian 

una ciudad mortecina,

en la cumbre del fracaso,

amor de la rosa con espinas,

trotamundo de un planeta

con la sangre escrita en los versos

del pasado.

Laberinto de calles que me llevan,

concéntricas, a la muerte

que es la vida con las persianas bajadas,

arte de mancharse las manos

en un sucio cansancio al despertar,

cada mañana.

Neones de publicidad mezquina,

alma rota en las aceras,

Valencia se desparrama 

en cada una de mis despedidas,

en cada noche sin letargo,

ni mayor consuelo

que desfallecer lentamente.

En la ciudad donde, lentos, los sueños

se diluyen por las cañerías

y la voz de quienes callan

hablan de la tierra yerma

en cada soledad.

La ciudad y su horizonte

 

La ciudad se resuelve entre olvidos,

y quietud,

parece el nicho del tiempo

por delante,

naufragios cuyas astillas duelen

los pies del alma.

La ciudad es un cúmulo de despropósitos,

castigo de la esclavitud contemporánea

que revolotea entre quimeras

y sueños malogrados,

eso soy, esos somos,

un despertar caduco,

un abrazo

roto.

Vuelos

Agárrate de mi mano,

sabes que no aguanto los aterrizajes,

en este avión he roto

fotos y pasados,

y aunque aún dueles,

ya no soy el mismo

de antes.

Agárrate de mi mano,

te apretaba tan fuerte

y vuelvo a ti en cada regreso,

que pierdo.

Incertidumbre de darnos luz

cuando las sombras acechaban,

y en este avión sobrevuelan

las palabras

en un mar de montañas,

en una cordillera de olas,

a lo lejos,

distantes.

Ahí

 

Siento no haber estado ahí,

siento la emoción contenida,

el alma rota,

siento no saber llorar,

no entender seguir,

si no es con la estrella polar

que guía mi negra sombra.

Siento no haber estado ahí,

todo lo que quisé se perdió,

o lo deje pasar,

ahora tengo sobre mí

el triunfo del perdedor,

que cambió todo por la libertad.

Siento no haber estado ahí,

entre la poesía de tus labios

y mi dolor,

éramos puzle de un mundo roto,

y me perdí en extrañarte demasiado,

sin más futuro que el pasado,

sin más nostalgia

que lo que no supe ser.

Es bella la incertidumbre

 

El sol del amor,

bañó mis lágrimas

y las tuyas,

crecimos tanto que en el 

vuelo, me perdí,

sé que ser honesto al querer

a quien te quiso 

no es quimera, es la vida,

tan huérfana y tan solitaria,

como el amor auténtico

que no alcancé 

y tuvo todo en ti.

La luna del desamor,

ampara el aullido de los amantes

es bella la certeza,

pero más bella es la incertidumbre,

mi corazón acuna naufragios,

de convencerte que 

para crecer la libertad 

construye muros

con la desazón de la vida,

y todo acaba, pero más que un fin

nuestro temblor no fue 

complicidad,

fue la eternidad que duró

destello de felicidad, de dolor, ira.

Amor.

Siempre estar tú

 

Te pido perdón,

como los desafíos imposibles

que cumplí,

como ser vagabundo

en un rincón del corazón,

y no tener más 

que la aflicción

de un canto rodado.

Te pido perdón,

siempre estarás en mis manos,

siempre te tendré en el tiempo,

en el que fuimos tan felices

que hasta la felicidad nos odiaba.

Pero hubo que partir,

encontrarse con uno mismo,

para huir de las sombras

que nos persiguen,

te pido perdón 

por no estar más que amparado

por la luz de nadie 

y en ese eclipse...

siempre estar tú.

Todo es frágil

Torbellino de tiempo herido, somos.

La vida gira encorsetando sueños,
y entre tanto,
quizás los dioses de la luz duden
en una orquesta de girasoles muertos,
o quizá todo acabe en una tempestad
iniciada por la ceguera de los desencuentros.

Yo quise ser artista pero los huracanes
entorpecieron la cruz de mis noches,
yo fui alma descosiendo los vértices de las olas, las pulsiones de las dunas donde quise ser mayor.

Tan oscuro como tan lleno de luz...
el destino...
Nuestra sonrisa tiene el matiz de la belleza de lo incierto,
y la felicidad no es querer más, sino desear menos;
saber que teniendo tanto no basta
y la inmensidad de lumbre puede ser vida tapada,
sueño perdido entre lo hallado.

Como lluvia

 

Perdido y lleno de gente,

cautivo en el elixir del abandono,
quiero el mundo entre mis manos
y se escapa,
quise ser un halcón volando el tiempo,
pero tan solitario...

El amor me ama hasta que no tuve consuelo,
la libertad se aborreció de tanto soñar,
allí donde la mente pierde su nombre
y volar sin alas traspasa callejones
sin salida,
en el baile perdido de querer naufragar.

Acompañado y sin nadie,
lujo de vida con tal podredumbre,
amor pasado nunca fue sin ti,
te tengo entre mis deseos
como agua de mayo,
como lluvia de abril.

No hay más

No hay más,

que desandar los pasos andandos,
que rezar al dios del fracaso,
que llorar en mitad de una risa.
No tengo otra cosa,
que el amor imposible
de los ahorcados,
que la locura ideal cuando los cuerpos
fueron volátiles
y arsenal
de lo que nunca quise
se avecinaba en mi hado.

No hay más
que un viaje sin rumbo,
que soñar en cada estación
con un beso tuyo,
con ser poeta antes de persona
que sólo escribió
su epitafío.

No hay más.

País de tristeza

 

La vida choca torpemente con nuestros deseos,

te quiero, pero no sé lo que tengo entre las manos,

el mundo es el llanto agitado de un niño ciego.

Verdad triste de huir al país de la tristeza,

mentira de un mundo que se ahogó de tanto observarse,

y te quiero, pero mi libertad me ata,

y no es libertad librarme de la más bella promesa de amor que nunca tendré.

El carrusel de tiempo se instala en mis sienes,

dolor de no pertenecer y estar en ti.

La vida sigue mas el amor duda,

poesía que da sombra a la penumbra,

beso que besa tu fotografía cuando me besabas.

En este lunes muerto

 

La vida se repite y el silencio
en este lunes
agita una espera lenta,
consuelo de no saber entender,
de ver cómo lejos se separan mis pies
del cielo,
y la vida se repite en este lunes muerto.

No saber amar es mi alma,
de rotos cometas en la tempestad,
de creer sin fe,
de volar a gatas,
de atravesar un callejón sin salida
por las puertas del mar.

La vida se repite y abrazo tu almohada,
nostalgia del tiempo que vendrá,
no saber amar ni tener casa,
intemperie de luna,
tristeza sobre los hombros
que no me deja caminar.

En este lunes muerto.

Olas

El murmullo del mar,

olas que vienen y van, besando mis pies,
la vida es el fenesí roto
que prometen los locos,
antes de vivir.

Llevado por los horizontes tenues
de las luchas cotidianas,
entre libros y versos de Pizarnik y Gil de Biedma,
mi alma no entiende la luz de las muertas palabras,
sin ser más que el testigo del tiempo que se acabó de cumplir.

El amor, ese vértigo indómito,
bebida de cicuta y ensoñación,
palabra que juzga el instante fugaz
de la piel oscura del sol.

Se encierra la luz

 

Se encierra la luz

en cada muerte de momentos,

astro a la inversa, tenue verdad del tiempo,
se encierra un ojalá en la mentira del cielo.

Y sufrir es música vaga en penumbra,
tengo en las manos grietas de mar,
cabellos desbocados en el paraíso que quedó sin eco.
Tengo en mi sombra un domingo a la deriva,
la tierra de nadie donde me cobijo.

Albricias de mayo

 Tu pelo negro

clama venganza por cada día buscando paz,
media vida hemos pasado
y esas manos como palomas sin nido
sobrevuelan, caen y se levantan cual Fenix.

Sin rumbo pero con el paso marcado,
con la sonrisa de un hada de fuego,
40 años en las pupilas
han transcurrido,
en el infierno de las letras benditas.

Y qué decir...
demasiado tenemos con el mal
endémico del siglo,
eres verdad transparente,
en los días lluviosos
en los que en Lima
soñaste con abrazar lo perdido.

Fuerte debilidad,
tenue color de vida,
amor de madre, poeta sin bandera
que celebra la edad de las quimeras,
en el manifiesto de los versos
que soñaron por Blasco Ibáñez;

la patria siempre dulce
de la primavera.

Amigos

 

Grité, escribí mensajes,

insulté (pedía auxilio),

el loco volvió,

"mejor me alejaré por si vuelve de nuevo

y esta vez me dispara con su pistola de goma,

 fantasía y espejismos."

Pasado el tiempo te das cuenta,

de que el miedo vale más

que la persona.

Grité, insulté, se hizo el silencio;

"No quiero problemas".