Tu recuerdo es el destello
de oración fatigada,
de cargar en las espaldas
tanta incomprensión.
Tu recuerdo grita
en mi sien cada mañana,
y entre las montañas
de los fríos Balcanes,
sale, por fin después de la noche,
el sol.
Un tren cabalga por las vertebras
de las cordilleras,
lento, hace del olvido,
canción de raíles y metal,
mi corazón no entiende
de alegrías, ni de penas,
sino cual enredadera,
narra el sueño perdido,
por el cual
siempre, en tierra extraña,
te volveré a buscar.
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