Miradas perdidas al fondo de mis ojos,
que buscan la razón de estas manos,
también cansadas de encontrar lo nunca hallado.
Llenas de siluetas que hablan de nosotros,
dos desconocidos que fuimos luz,
(tarde, demasiado tarde)
pero nos alumbramos al calor
en el tiempo de antorchan en pleno diluvio,
de la locura y los besos que le pertenecen.
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