Olvido en un bar
la dignidad perdida
y encuentro en esta calle sin salida
a mi soledad;
con vistas a tus ojos oscuros
como el mar al anochecer.
Me olvido las llaves
en cada huida de ti,
y el viaje de regreso es la utopía
entre tantos fracasos,
habiéndome hecho cenizas
y resignación,
seguiré 'cerrando bares y recuerdos'
cantaré canciones que existirán
en lo que fuimos,
como quien acaricia el sueño
de tenerte cerca y no saber bien
para qué volar juntos
en esta vida
persiguiéndote,
siguiendo
lo que ni abrazo, ni tengo.
En la latitud
infinita del poeta
que quiso anidar en tu latido,
ave rapaz o paloma divina,
sin llegar a entender para qué
vivir,
para qué construir nido.


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