Tus ojos negros
me miran en la sombra
y ven la luz huidiza
de estos versos que relatan
las horas que han de venir,
el sueño que pasa
mientras la vida asoma
y se esconde
en cada tránsito
que nos asalta.
Tus ojos desvelan mis deseos
y estas ganas apagadas,
que renacen a verte llegar
en el espejismo que te ve
y no te alcanza.
Niebla en mi alma que soñó
con el aullido loco
de una guitarra,
con libros que desvelen el secreto
del tiempo,
y con tu pecho ardiendo
junto al mío,
en el baile breve y eterno
de hacer eco el silencio
del amor.
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