Antes de entender que sentimos;
que bailen nuestros pies
en el mundo,
sepamos que no está tan lejos
el infinito,
y puede que el Universo esté al alcance
de nuestros dedos,
si en realidad,
sólo somos cosecha de soledad y camino.
Esta ansiedad se llama capitalismo,
pero tú nunca lo aceptarás,
sobrevivimos con el agua al cuello
y besamos como peces
en un turbio mar
de despropósitos.
No pienses sobre lo que siento
o dejo de sentir por ti,
mi poema te lo dirá
si lo vuelves a leer,
la mañana llegó,
y sin saber cuándo ni cómo
el genio se desparramó
por entre los versos
que nunca te supe relatar.


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