De tantos viajes,
el que recorre tus ojos
a la luz es el más hermoso,
ahora que los dioses dudan,
que los gigantes caen
y se revuelve en su sombra
el mal,
ahora que el amor
es la invención del cielo,
y todo relato deambula
entre lo que somos
y el sueño.
De tantos viajes,
la vida me enseñó de pequeño
que la rebeldía
es una forma de cuidar,
que las estrellas las necesita el viajero,
que todo es casi nada
cuando la vida nos aprieta
y la lumbre del anochecer
proyecta cometas
de nuestro tiempo.
Siendo nosotros fugacidades llenas
de destello y sombra.
De tantos viajes.
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