Naufrago en esta madrugada
en la que te escribo
donde yazgo desnudo cara la luna,
y en cada línea de este relato
invento tu vida y mi vida
entrelazando las manos con la pluma
y el papel.
Soledad de trémulo presagio;
vaticinio de las sombras en mi guarida,
naufrago romantizando el fracaso
de no haber sabido ser
cuando pude haber alcanzado
el paraíso en mi errante
deambular.
Empieza, tímidamente, a clarear
el cielo como si la luz
se sonrojase por salir,
y yo,
escribo lo que no sé
pero siento,
junto a una cama que no duerme
y una lampara herida.
En esta madrugada en la que te escribo
voy a contracorriente,
me consta (...)
pero tal vez no sea tan malo
consagrarme en el vacío,
perdiendo lo poco que tengo
en la exhalación de esta rima.
En esta madrugada.


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