domingo, 7 de septiembre de 2025

Narciso y el espejo

 
Hallé la vida plena en los rincones felices
donde nunca debimos de habernos exiliado, 
el mundo sin delicadeza en mil deslices
hizo de mi voz, patria de peregrino olvidado.

Aunque ahora, en este volver a empezar
deletreo las sílabas de la palabra revolución;  
si mientras quede vida, aún se puede soñar
con escribir nuestro penúltimo Rock and Roll.

He recibido muchos palos de la vida, 
lo reconozco, crucificado cual Santo sin paraíso, 
pero la luz hizo traspasar cercadas avenidas, 

y hacer del árido infierno, frondoso vergel liso, 
como tus ojos que buscan el amor tras la herida
rompiendo el espejo que llegó a ahogar a Narciso.




Al mejor postor

 
La sombra errante 
que viene por mí, 
en el paraíso de las horas tristes
donde la gente 
confabula más que sueña, 
y proyecta 
movidos por sus miedos y obsesiones
una vida abyecta, 


mientras decirte que soy solo lo que ves, 

artista que desenmascara los eclipses pasados,
que cuenta nubes, 
que recolecta flores en el mar, 
soy un caminante que deambula, herido, 
como niño que no aprendió nada, 
y se exilió para siempre
al país de Nunca Jamás.

Las saetas que me amenazan 
son las mismas 
que en este tiempo convulso
pone al especulador, al engañador 
en el pulpito
de la religión del dinero, 

dónde queda la autenticidad?
qué significa un 'te quiero'?

Tiempos donde todo vale en el ahora, 
y el mañana 
es una distante obsesión de caos, 
apocalipsis del interés 
y la moderna esclavitud, 
de ser nadie vestido de Armani, 
y único en un poema 
sin razón ni más motivo
que sobrevivir 

en estos tiempos
de alma ahogada
entre tanta mediocridad.
Al mejor postor.



De tantos viajes

 
De tantos viajes,
el que recorre tus ojos
a la luz es el más hermoso, 
ahora que los dioses dudan, 
que los gigantes caen
y se revuelve en su sombra
el mal, 
ahora que el amor 
es la invención del cielo, 
y todo relato deambula
entre lo que somos 
y el sueño.

De tantos viajes,
la vida me enseñó de pequeño
que la rebeldía 
es una forma de cuidar,
que las estrellas las necesita el viajero, 
que todo es casi nada 
cuando la vida nos aprieta 
y la lumbre del anochecer
proyecta cometas 
de nuestro tiempo.

Siendo nosotros fugacidades llenas
de destello y sombra.

De tantos viajes.




Las poesías que no he escrito

 
Maldigo todas las poesías que no he escrito,
desvelando el nombre que ni supe pronunciar, 
mañana es un ayer sin futuro, durante el hito
de ver tus ojos negros como la noche, en pleno mar.

Mi ira se vuelve quebranto que aúlla cual lobo
mientras yo solo sé de amnesia de causas perdidas,
de lágrimas entre la lluvia cuando estoy tan solo; 
y odio los inocentes versos de amor eterno, de heridas.

Y entre tanto maldecir, mis versos extrañan creatividad, 
cada vez más resignado a perderme en un cruce de caminos
cual peregrino, que rompe la lanza de la libertad, 

la avaricia será ley,  pero su voz no será el eco del destino, 
ese por el que me pierdo buscando a quien me haga soñar
con ser un poco más yo en este mundo cruel y mezquino.




Si no vuelven

 
Si no vuelven a saber más de este latir, 
recordadme en la nota perdida de alguna canción,
en la lucha sin cuartel que da el sin vivir
ahogado por la fe que hay detrás de un corazón.

A veces me pierdo entre palabras que nada dicen, 
esas que nuestra historia resumen al desamor 
tras tantas historias frustradas que desvisten
nuestros cuerpos, cuando eran desnudos al sol.

Si no vuelves a ver mis ojos, ellos mirarán por ti, 
tanteando el abismo infranqueable de la locura,
de la que escapé al reconocer en el espejo a quien fui, 

alegre caballero guerrero de la triste figura
que entre molinos se atrevió a blasfemar a Caín
para rescatar un destello de felicidad, tan oscura...




Apariencia

 
El cielo es el reflejo del amor
que no nos dimos, 
mientras los barcos 
surcan el río de nuestra historia
los tangos y milongas retuercen el sentimiento, 
y de tanto 
que el mundo nos ofrece
nada queda, 

queda tan poco,

que solos ante el espejo
se nos desfigura el espejismo
de lo que fuimos.

En este mundo cruel donde 
el más taimado y malo se cree vencer,
aún veo un rayo de sombra
que fulgurante en nuestra ilusión
eclipsa las verdades que nos vertebran,  
cada vez más de mañana me levanto
para no saber quién soy, ni tú, 
en este mundo
de aparente fidelidad, 

y risas muertas.