domingo, 13 de julio de 2025

Y sus ecos

 
Ahora que tu nombre
es una raíz de maderas secas
en el pálpito de sombra
en mi pecho.

Ahora que el amor
se equivoca por los dos, 
y somos una soledad
confundida con ser libres;

confieso mi adicción al vértigo, 

el encorsetado oleaje
de mil mareas,

allí donde las terminales de bus
en cualquier invierno perdido
no llegaban a traernos
sobrevivientes
de recuerdos luminosos

y sus ecos.




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