No me esperes, ni quieras entenderme;
no me entienden ni estos latidos
que son ácido de vida
en mi corazón (...)
No quieras entenderme
sólo comprende
que estoy allí,
al otro lado de este verso incompleto
que nos complementa,
que describe la felicidad
en la ausencia,
que es fuego de creación
y maldición de vida,
No me esperes porque estoy allí
donde se busca, estoy
siempre donde se busca.
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