viernes, 25 de julio de 2025

Vida

 
La vida es ese carrusel de ruido y silencio donde se sumerge el tiempo, todo aquello cuanto fuimos. 

La vida es la muerte en su dupla y su alteo feroz, mariposa negra. 
Y no tenemos más excusa que vivir los sueños frustrados, por todo lo que hemos dejado a medias, la latitud precisa de una espera, la esperanza inerte de las horas que con hambre nos dejan de lado poco a poco.

El cansancio forma parte estoica de esta débil fortaleza, porque la vida es amor y odio, desesperación y entrega, la vida es un pálpito que renace cuando ya la vida misma se dio por vencida.

Bien doliente, escrito que emborronó la arena de los sietes mares perdidos en el fondo del color de tus ojos, vida que pasea en el escenario del mundo la tragicomedia, el abrazo y el arma.

Vida que se parece tanto a lo que amamos, el aroma  de los sueños en un día de tempestad, la sonrisa en mitad del beso, el agua amarga de tus labios fugaces, cuales poemas de apátrida herido, de ciego vidente que ve más allá. 
Vida.





Silencio

 
Este silencio me habla de ti,
y pasado el tiempo
puedo entender que las horas no existen
que somos sucesión

de instantes
                   encuentros
                                    recuerdos

Esta oscuridad se enciende en nuestros pechos,
y no hay nadie imprescindible
solo la ruta incierta del seguro viajero, 
que transita por la línea divisoria
que va del amor
                         al silencio.

Ese que me habla de ti.

(...)




Escarcha

 
Tan borracho de aventuras y viajes
en la otra orilla de este mundo
decadente y lleno de apariencias, 
busco lo infranqueable de un sueño
postergado.

Tan delirante como cuerdo, 
soy un vértice helado
de la estación en llamas 
donde murieron nuestros trenes

y nuestras ilusiones, también.

Tan vacío de todo aquello que la luz no espanta
me guío por tus sueños de primavera
aquellos tan parecidos a los míos, 

pero el invierno los cubrió 

de escarcha.


No sé de fronteras


No sé de fronteras, 
mi corazón es de la raza nómada
que busca a tu corazón, 

y aunque eso parezca imposible, 
sé bien que las emociones ganan a lo establecido
cuando la existencia
cobra sentido
en una mente que lucha por un mundo mejor.

El tiempo que paso recordando 
es el mismo que tardo en huir
a otro continente.

No sé de fronteras 
porque el mundo es un hogar,
herencia de locos que sólo
saben poseer y no amar,
en los rastrojos de un sueño
aún
por alcanzar.


Eso es

 
Poesía la puede hacer cualquiera
con sólo soñar un mundo mejor
con viajar lejos de las tristes promesas
que nos da la sociedad conformista
y banal.

Poesía es tu cuerpo detrás de tu cuerpo, 
es la magia de lo eterno en este instante, 
es un verano navegando entre palabras
y mar, 
quimera de lo posible, 
belleza de la misma soledad.

Poesía de no competir sino cooperar
que codo a codo, no te juzgues sin tiempo, 
y la vida nos una o no, al amar el camino 
que deambula en nuestros pasos
errantes.

Poesía.

La noche

 
La noche me sorprende
con el color de tus ojos 
en el cielo, 
sí, ya sé, 
la tristeza es infinita
para almas sensibles, 
que con el frío de una sociedad
de metal
se han vuelto fieras (...)

la noche nos sorprende
con las estrellas apagadas
y la luna sin luz, 

llegará el día
-algún día-
para hacernos creer
que la poesía tiene sentido
en este absurdo mundo 
de sombras, 
la noche es una quimera cercana
de quien sufre al otro lado
cuando la oscuridad es enemiga
de la mirada,
-mas no de la inspiración-
que nos dice que la noche
es el tiempo de la música
inefable del alma.





Donde se busca

 
No me esperes, ni quieras entenderme;
no me entienden ni estos latidos
que son ácido de vida 
en mi corazón (...)

No quieras entenderme
sólo comprende
que estoy allí,
al otro lado de este verso incompleto
que nos complementa, 
que describe la felicidad
en la ausencia, 
que es fuego de creación
y maldición de vida, 

No me esperes porque estoy allí 
donde se busca, estoy

siempre donde se busca.




El viaje

 
Viajan mis pupilas por tus ojos, 
navegan tus manos entre el silencio, 
trotan los pasos de un mundo
cada vez más peligroso para el soñador
y sin embargo, 

te quiero.

Viaja el tiempo en la multitud
y somos instantes llenos de fuego
que se apaga a cada latido, 

que se enciende en el recuerdo.

El viaje es el modo que tiene 
el que idealiza con recrear el mundo, 
en ese aspecto, es como dios,
que va construyendo su esencia
en el barro que nos da forma, 
el viajero es el que busca
es el que vertebra el amor
entre hojas secas, 

el viaje es dar la vida
a lo que te da vida, 
es vibrar para conocer el mundo
-y a ti-, 
que formas parte inescrutable de él, 
corsarios salvajes en pegasos alados
la imaginación de Julio Verne, 
en la literatura que fue real
porque la sentí real, 
en el destino de un camino
que es tan eterno como lo que nos queda 
por imaginar.

Porque viajar es soñar con los pies.
El viaje.




Acompañan

 
El amor es lo perdido 
de este perdedor que nunca supo qué vencer, 
y cómodo en el papel de último en la meta
hice de la desgracia
silueta
en la bella nostalgia aún por acontecer.

Escupo en la cara a todo aquel
que diga que mi poesía no es pilar
de una vida
bajo los pies de esta ciudad en llamas, 
el amor es todo lo que nunca hemos reunido
en el juego de niños
en el que las caricias eran el reto prohibido
de besos como lava.

El amor es lo encontrado a cada paso, 
cuando el destino nos sorprende
viviendo, 

así sin más, 
y ver lo que nunca tuve 
es tan real cuando el sueño de la vida
que transita en unos versos, 
que abrigan a la nostalgia
y acompañan a la soledad.




En esta calle


El nombre de esta calle
es el sabor acre de la miel del perdedor,
el nombre de tus pasos
son luces a la deriva en el puerto de Sagunto
donde dejé extraviado los barcos
que zarpaban con rumbo extraviado.

La calle perdida donde me encuentro, 
remanso de paz del guerrero
que no admite que todo ya acabó,
sal en las heridas de los ojos ciegos, 
abrazos que detengan el tiempo;
si Todo fuera suficiente para el Amor.

El nombre de esta calle 
lo olvidé tras el humo, y las copas rotas
que fueron  la herencia de lo que brindamos, 
estrellas en el manto del cielo de la aurora, 
cuando las primeras veces
me encontraron en silencio y maldiciendo la luz
de mi soledad.

A veces te haces amigo de la desgracia, 
y tu vida es una lección
de cómo sobrevivir, 
en esta calle de alcaldes sin damas, 
péndulo que sostiene el tiempo
que se nos fue en la luna de Abril.

En esta calle.


domingo, 13 de julio de 2025

Peces fuera de la pecera

 
Lo imprescindible es saber
que nada es imprescindible, 

que el lenguaje como pan de pobre, 
es sustento de una mente
que lucha, 
de unas manos que amansan el amor, el deseo
y la tierra.

Nos quieren robar la ideología, 
blanquear la violencia, 
y hay quien muere en la esquina
por haber soñado con un mundo mejor
y una vida digna.

Son raras las almas raras, 
porque el ansia por el poder y la apariencia;
por el dinero, 
hace sospechar de todos, 
de aquellos precisamente de quienes necesitas un abrazo.

Se empeñan en decirnos que viene el peligro
pero son ellos los peligrosos, 
culpables de tantas víctimas, 
de un sistema que mata 
dentro o fuera de esta burbuja de aparente estabilidad

donde hay quien 
lucha por sobrevivir 
como pez fuera de la pecera.

Y el mundo es una guerra
de ambición y codicia
cuando las almas son armas
que prenden fuego a la bondad
y a la inocencia





El arte

 
Días salvajes, 
de cuidar el arte rebelde
entre tanto interés
y amor al dinero,
noches que son búsqueda
en libros prohibidos 
que me llevan a ti.
Y el deseo.

Redefinir la poesía, 
es volver a escribir estos versos
con un alma más audaz,
como quien saca punta
a un lápiz viejo,
como quien besa
y quiere llegar más allá.

Días salvajes
de lunas ausentes, 
de musas y camareras cansadas, 
de amor estable, 
de viajes sin saber
cual sería mi posada, 
arte de contar los minutos
en los trastes de una guitarra, 
en libros de Murakami,
en estaciones del año
que pasan como pasa
lo que nunca llega 
pero esperamos...

el arte.








Rayo de sol

 
Tu belleza, 
un niño recién nacido
que busca rayo de sol.

Mi destino, 
un camino vallado, 
que busca rayo de sol.

Este poema, 
un grito rebelde
que busca rayo de sol.

Nuestra noche, 
el destello del tiempo

que busca rayo de sol.




Condenado

 
Perdónenme,
busco, encadenado, a la libertad.

Me lleva dos pasos de ventaja, 
pero en un descuido
le pienso adelantar.

Perdóneme
si me ven en Alemania, Namibia, China, 
-busco mi ansias de buscar-, 
vivo en el tránsito que va 
de un destino libre
a un estudiado encuentro con lo que vendrá.

Perdónenme 
si soy una llamarada
que se va con el viento; -es mi alma-, 
que lucha contra las paredes de este cuerpo.

Soy un preso del albedrío, 
un condenado de la libertad.

Perdón.






Si me preguntan

 
Si me preguntan;

cómo es la locura?

Diré que es un enamoramiento con lo imposible, 
el ruido de cadenas de un cuerpo que quiere escapar, 
si me preguntan qué es la locura, 
diría

que tiene un nombre parecido a tu nombre
(...)

Si me preguntan sobre perder el norte, 
buscaría en los mapas la vértebra que le falta a Cristo, 
hablaría lenguas muertas en mi boca viva, 
le diría a aquel, que el viaje empieza en la mente
y acaba en el sueño.

Si me preguntaseis cómo se sale del Imposible,
de transitar entre los muertos
os diría, tocando vuestras palmas de la mano, 
que sólo ellas pueden sujetar el universo, 

ellas, son sólo, lo Real.

Si me preguntas, qué es la locura?
diría que es vértigo de un amor tan correspondido;
que se busca más allá.

Lo inefable, 
lo fortuito 
de un destino roto, 
rozarte la mejilla y que brille como el diamante
la lágrima que nos vio llorar.

Locura y viaje al lado nuestro, 
allí, al Nunca Jamás.





Lo esencial

 

Nadie leerá estos versos, 
o
tal vez, 
como botella lanzada al océano
lleguen a ser acunados por tu sueño
en estas ínsulas perdidas, 
llamadas imaginación.

Que hablan de

tempestad de una realidad que mata, 
de tener salvoconductos de paz, 
de abrazos fraternos
de verdades de amor
que desafíen, incluso
a la misma Verdad.

el encuentro con Dios
que se dio cuenta de que no existía
y se tuvo que reinventar, 
como tú

como yo,(...)

lanzando suspiros al huracán, 
música de sonido de nuestras pestañas
chocando con ellas mismas
para ver 
lo que no se ve.
Porque es invisible el mundo, 
todo aquello que nos da vida, 

lo esencial.




Mi Peter Pan

 
La edad adulta me sorprendió 
queriendo volver a ser niño, 

Las nubes lloran orfandad, 
el sol busca un rayo de libertad
y yo me pierdo desenredando el ovillo
del tiempo
para retener un momento único, 
la emoción perfecta, 
esa rebeldía que te da pensar.

La edad adulta me sorprendió con un manojo de poemas, 
una escarcha hecha lluvia en tu cuerpo con otra persona, 

bebo café, 
miro la ventana 
y escribo, 
así como si nada, 

llueve en este domingo sin techo, 
y aunque se caen mitos,
y los maestros mueren, 
nadie toma el testigo
de este tiempo, 
sin alma y con miedo
en el que me llama Señor, 
antes de que haya encontrado a mi Peter Pan
que me late dentro.




AmoR

 
El amor, 
esa colilla en tu boca, 
blasfemia ante el fuego fatuo
de un infierno prometido, 
amor, letras sin nombre, 
humo de nube, 
música muda.

El amor, imaginación de la inteligencia, 
guerra de la paz, 
amor, terremoto del pecho, 
destello de felicidad.

Dime, tú, qué es el amor?
como si supiéramos definir la vida, 
la muerte, el tiempo.
Hay quien dice que se siente antes de pensar
hay quien muere en vida
o vuelca sus ansias en un espejo roto, 
donde habito, 

detrás.

El amor, locura del cuerdo, 
pánico entre los labios, 
río que circunda los sueños
que van al mar

que van al mar.

El amor, caja de pandora de quien te escribe
y abre las puertas del cielo, 
tintineo del sol y la luna,
que mueven los hilos de un destino
del cual tengo la manía de escapar,
amor, 
letras de una canción prohibida
que se repite cada tempestad

al despertar.

AmoR


Arde Baviera

 
Arde Baviera
en el curso peregrino
por mi sombra, 

todo lo que no es;
tiembla alrededor de las entrañas,
como un destello
de aquel Universo
que nunca llegó a nacer.

Baviera
somnoliento lecho de príncipes
y exploradores,
agonizante luciérnaga
de un planeta sin pulso, 
vacío enarbolando despedidas,
-muerte en vida-

mareas llevadas por el agua bendita
de la prometida 
resurrección.

Baviera, arde 

como mi corazón.





Y sus ecos

 
Ahora que tu nombre
es una raíz de maderas secas
en el pálpito de sombra
en mi pecho.

Ahora que el amor
se equivoca por los dos, 
y somos una soledad
confundida con ser libres;

confieso mi adicción al vértigo, 

el encorsetado oleaje
de mil mareas,

allí donde las terminales de bus
en cualquier invierno perdido
no llegaban a traernos
sobrevivientes
de recuerdos luminosos

y sus ecos.




Este poema

 
Este poema
es un volver a empezar
en el mapamundi
de la desolación y el éxito, 

-que son la misma cara de dos luces que me deslumbran-

Este poema 
ríe cuando quiere llorar

Como quien persigue 
el designio voraz del viento.





En este juego

 
En este juego
de lameculos y toreros, 
de impresentables dueños 
del cielo;

con todos me caso
y a nadie me entrego, 

en este juego ruin de desvelos
y lucidez, 
golpea el rey de los torpes
que vende sin rubor
las entrañas de una estrella apagada, 

nombre perdido 
de las horas ciegas.


Perdida de la soledad

 
El tiempo pasa
y en él, giran mundanas 
las luces de esta ciudad dormida, 

cumple años mi alma, 
y en los siglos transcurridos tras el silencio, 
te nombra la luz
de estos pasos nacientes.

El tiempo, esa tropelía del destino, 
ha hecho destrozos en mis sueños,
pero, vaya; sigo en pie!

La amistad es un dulce lamento, 
una rebelión de pasado llena, 
de futuro incierto,
arrojo envalentonado 
de aquello cuanto fue.

Horas y días que van decreciendo
en alas perennes, 
por este desierto de gente, 
contigo y sin mí, 
astros de ojos que no ven eclipse
de la noche de San Juan, 

la vida es una mentira
digna de ser vivida, 
el amor, la estrella
perdida de la soledad.