Llovieron gotas
en el desierto
de las horas
sin tiempo,
y sin tener nada,
todo se perdió,
elegía de no saber qué hacer
entre autos volcados
y fango bajo los pies.
No quedó nada,
salvo la ayuda de tantos;
llovieron estocadas
en el país que no sabe llover,
o sequía o destrucción,
llovió desbordando esperanzas
heridas,
muerte
desolación.
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