Cuando te entregue mi corazón,
que sepas que está lleno de arañazos
y latidos roncos,
que sepas que con miedo ve el tuyo en tus ojos,
y no hay más ciego que el que no sabe mirar.
Cuando te entregue la luz de mi sonrisa,
acribillada por la sombra de tanta despedida
lloverá relámpagos y el amor tendrá sentido,
tal vez la imperfección sentenciará al destino.
Venecia inundada arderá.
Aunque me impide la vida ser feliz,
tal vez porque fui fuerte demasiado tiempo,
cuando te entregue el corazón,
no te asustes, solo acuna el sueño dormido
sin hogar ni sustento
que nace de ti al más acá.
Aunque no sé bien cual es mi estrella,
alguna nos guía, seguro,
eres tú buscando un abrazo como yo,
la que verá mis manos agrietadas
y hablará el viento en las palmas,
que nuestros dedos dan aliento
a quien no sabe responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario